
FABULA TRISTE
HAROLD KREMER
El ratón tenía la costumbre de venir a mi biblioteca. Era un ratón sabio que consumía mis libros. Una vez le coloqué una tabla que obstruía su repetitivo camino. El ratón vino y toda la noche luchó contra el obstáculo; lo oía roer y gemir de desesperación. Esa noche se quedó a la espera. La noche siguiente volvió y también esperó. Y así durante mucho tiempo. Un día, compadecido, quité la tabla; pero el ratón no volvió a la biblioteca. Venía y se quedaba en el lugar del obstáculo. Y así durante mucho tiempo.
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