sábado, 31 de diciembre de 2011

EL FINAL - FREDIC BROWN

EL FINAL
FREDRIC BROWN

El profesor Jones había trabajado en la teoría del tiempo a lo largo de muchos años.
—Y he encontrado la ecuación clave —dijo un buen día a su hija–. El tiempo es un campo. La máquina que he fabricado puede manipular, e incluso invertir, dicho campo.
Apretando un botón mientras hablaba, dijo: —Esto hará retroceder el tiempo el retroceder hará esto —dijo, hablaba mientras botón un apretando.
—Campo dicho, invertir incluso e, manipular puede fabricado he que máquina la. Campo un es tiempo el. —Hija su a día buen un dijo—. Clave ecuación la encontrado he y.
Años muchos de largo lo a tiempo del teoría la en trabajado había Jones profesor el.
Final El

miércoles, 28 de diciembre de 2011

DER TRAUM EIN LEBEN - FRANCISCO ACEVEDO


DER TRAUM EIN LEBEN
Francisco Acevedo

El diálogo ocurrió en Adrogué. Mi sobrino Miguel, que tendría cinco o seis años, estaba sentado en el suelo,
jugando con la gata. Como todas las mañanas, le pregunté:
-¿Qué soñaste anoche?
Me contestó:
-Soñé que me había perdido en un bosque y que al fin encontré una casita de madera. Se abrió la puerta y saliste vos.
-Con súbita curiosidad me preguntó: -Decime, ¿qué estabas haciendo en esa casita?

lunes, 26 de diciembre de 2011

NAUFRAGIO - ANA MARIA SHUA


Naufragio.
Ana María Shua

¡Arriad el foque!, ordena el capitán. ¡Arriad el foque!, repite el segundo. ¡Orzad a estribor!, grita el capitán. ¡Orzad a estribor!, repite el segundo. ¡Cuidado con el bauprés!, grita el capitán. ¡El bauprés!, repite el segundo. ¡Abatid el palo de mesana!, grita el capitán. ¡El palo de mesana!, repite el segundo. Entretanto, la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique sin remedio.

lunes, 19 de diciembre de 2011

EL PARAISO IMPERFECTO - AUGUSTO MONTERROSO

El paraíso imperfecto.
Augusto Monterroso

-Es cierto -dijo mecánicamente el hombre, sin quitar la vista de las llamas que ardían en la chimenea aquella noche de invierno-; en el Paraíso hay amigos, música, algunos libros; lo único malo de irse al Cielo es que allí el cielo no se ve.

jueves, 15 de diciembre de 2011




La partida

Franz Kafka


Ordené sacar mi caballo del establo. El criado no me comprendió. Fui yo mismo al establo, ensillé el caballo y monté. A lo lejos oí el sonido de una trompeta, le pregunté lo que aquello significaba. El no sabía nada, no había oído nada. En el portón me detuvo para preguntarme: —¿Hacia dónde cabalga el señor? —No lo sé —respondí—. Sólo quiero irme de aquí. Partir siempre, salir de aquí, sólo así puedo alcanzar mi meta. —¿Conoce, pues, su meta? —preguntó él. —Sí —contesté yo—. Lo he dicho ya. Salir de aquí, esa es mi meta.

lunes, 12 de diciembre de 2011

LINGUISTAS - MARIO BENEDETTI


LINGUISTAS
Mario Benedetti

Tras la cerrada ovación que puso término a la sesión plenaria del Congreso Internacional de Lingüística y Afines, la hermosa taquígrafa recogió sus lápices y papeles y se dirigió hacia la salida abriéndose paso entre un centenar de lingüistas, filólogos, semiólogos, críticos estructuralistas y desconstruccionistas, todos los cuales siguieron su garboso desplazamiento con una admiración rayana en la glosemática.
De pronto las diversas acuñaciones cerebrales adquirieron vigencia fónica:
¡Qué sintagma!
¡Qué polisemia!
¡Qué significante!
¡Qué diacronía!
¡Qué exemplar ceterorum!
¡Qué Zungenspitze!
¡Qué morfema!
La hermosa taquígrafa desfiló impertérrita y adusta entre aquella selva de fonemas.
Sólo se la vio sonreír, halagada y tal vez vulnerable, cuando el joven ordenanza, antes de abrirle la puerta, murmuró casi en su oído: ''Cosita linda".

jueves, 8 de diciembre de 2011

LA TRAMA - JORGE LUIS BORGES


La trama.
Jorge Luis Borges

Para que su horror sea perfecto, César, acosado al pie de la estatua por lo impacientes puñales de sus amigos, descubre entre las caras y los aceros la de Marco Bruto, su protegido, acaso su hijo, y ya no se defiende y exclama: ¡Tú también, hijo mío! Shakespeare y Quevedo recogen el patético grito.
Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías; diecinueve siglos después, en el sur de la provincia de Buenos Aires, un gaucho es agredido por otros gauchos y, al caer, reconoce a un ahijado suyo y le dice con mansa reconvención y lenta sorpresa (estas palabras hay que oírlas, no leerlas):
¡Pero, che!
Lo matan y no sabe que muere para que se repita una escena.

martes, 6 de diciembre de 2011

CASUALIDAD - ANGELA RENGIFO



Casualidad
Ángela Rengifo




Justo en el instante en que él se estaba afeitando, ella se duchaba.


Justo en el instante en el que ella se maquillaba, él leía el periódico.


Justo en el instante en que él estaba desayunando, ella guardaba sus papeles.


Justo en el instante en el que ella empacaba su almuerzo, él acariciaba su gato.


Justo en el instante en que él daba instrucciones al portero, ella tomaba su café.


Justo en el instante en el que ella salía de la casa, él cogía las llaves del carro.


Justo en el instante en que él pasaba con su carro, ella cruzaba la calle.

sábado, 3 de diciembre de 2011

EL HOMBRE QUE APRENDIÓ A LADRAR - MARIO BENEDETTI


El hombre que aprendió a ladrar.
Mario Benedetti

Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar. No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar. ¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus amigos se auto flagelaba con humor: "La verdad es que ladro por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación.

¿Cómo amar entonces sin comunicarse?

Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales. A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo.

Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios ladridos: "Dime, Leo, con toda franqueza: ¿qué opinas de mi forma de ladrar?". La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera: "Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano”

lunes, 28 de noviembre de 2011

EL CARPINTERO - EDUARDO GALEANO


El carpintero.

Eduardo Galeano

Orlando Goicoechea reconoce las maderas por el olor, de qué árboles vienen, qué edad tienen, y oliéndolas sabe si fueron cortadas a tiempo o a destiempo y les adivina los posibles contratiempos.

Él es carpintero desde que hacía sus propios juguetes en la azotea de su casa del barrio de Cayo Hueso. Nunca tuvo máquinas ni ayudantes. A mano hace todo lo que hace, y de su mano nacen los mejores muebles de La Habana: mesas para comer celebrando, camas y sillas que te da pena levantarte, armarios donde a la ropa le gusta quedarse.

Orlando trabaja desde el amanecer. Y cuando el sol se va de la azotea, se encierra y enciende el video. Al cabo de tantos años de trabajo, Orlando se ha dado el lujo de comprarse un video, y ve una película tras otra.

No sabía que eras loco por el cine le dice un vecino.

Y Orlando le explica que no, que a él el cine ni le va ni le viene, pero gracias al video puede detener las películas para estudiar los muebles.

domingo, 27 de noviembre de 2011

EL IDIOTA - GABRIEL GIMENEZ EMÁN


GABRIEL JIMÉNEZ EMÁN

EL IDIOTA

Cuando el sabio señaló la luna, el idiota se quedó mirando el dedo del sabio, y vio que se trataba del índice. Era un dedo arrugado, envuelto en una epidermis desgastada, cuyo tejido anterior se hacía tan fino que el espesor de la sangre, fragmentado en pequeños puntos rojos, se dividía a su vez en forma de tabique, debido a las líneas irregulares que en grupos de cinco separaban las falanginas de las falangetas. Por la parte posterior, en la superficie de los nudillos, éstas líneas eran más numerosas y parecían nervaduras de hoja, pues el sabio era tan viejo que la piel del nudillo era un pellejo de consistencia inerte, y hasta tenía ciertas marcas de los mordiscos leves que el sabio le había dado en los momentos de reflexión.

En los demás dedos del sabio había ciertos vellos, que el idiota apenas podía registrar con el ojo. Tal era su concentración en el índice, distinto de aquellos por ser lampiño, con los poros más grandes y de una uña más pronunciada, curva y de una pátina tenue de amarillo. Su superficie se adivinaba casi tan lisa como la de un cristal, y brillaba. El contorno de la cutícula estaba perfectamente dibujado; no había en su línea cóncava ni el más mínimo desprendimiento. El nacimiento de la próxima uña, blanco y puntiagudo, formaba con la cutícula un óvalo que el sabio miraba a veces, encontrando en él una especie de centro universal cuyo significado desconocía. Se detuvo por fin el idiota en la parte superior de la uña, que coincidía exactamente con el nivel de la yema, y cuyo borde se inclinaba hacia abajo. Allí el idiota vio, perfectamente reflejada y redonda, a la luna.

sábado, 26 de noviembre de 2011

APLASTAMIENTO DE LAS GOTAS - JULIO CORTAZAR



Aplastamiento de las gotas.
Julio Cortázar

Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

lunes, 21 de noviembre de 2011

La brevedad.
Gabriel Giménez Emán

Me convenzo ahora de que la brevedad es una entelequia cuando leo una línea y me parece más larga que mi propia vida, y cuando después leo una novela y me parece más breve que la muerte.

domingo, 20 de noviembre de 2011

EL PUÑAL - JORGE LUIS BORGES


El puñal.
Jorge Luis Borges


En un cajón hay un puñal. Fue forjado en Toledo, a fines del siglo pasado; Luis Melián Lafinur se lo dio a mi padre, que lo trajo del Uruguay; Evaristo Carriego lo tuvo alguna vez en la mano.

Quienes lo ven tienen que jugar un rato con él; se advierte que hace mucho que lo buscaban; la mano se apresura a apretar la empuñadura que la espera; la hoja obediente y poderosa juega con precisión en la vaina.

Otra cosa quiere el puñal. Es más que una estructura hecha de metales; los hombres lo pensaron y lo formaron para un fin muy preciso; es, de algún modo eterno, el puñal que anoche mató un hombre en Tacuarembó y los puñales que mataron a César. Quiere matar, quiere derramar brusca sangre.

En un cajón del escritorio, entre borradores y cartas, interminablemente sueña el puñal con su sencillo sueño de tigre, y la mano se anima cuando lo rige porque el metal se anima, el metal que presiente en cada contacto al homicida para quien lo crearon los hombres.

A veces me da lástima. Tanta dureza, tanta fe, tan apacible o inocente soberbia, y los años pasan, inútiles.

jueves, 17 de noviembre de 2011


Celebración de la fantasía.
Eduardo Galeano

Fue a la entrada del pueblo de Ollantaytambo, cerca del Cuzco. Yo me había despedido de un grupo de turistas y estaba solo, mirando de lejos las ruinas de piedra, cuando un niño del lugar, enclenque, haraposo, se acercó a pedirme que le regalara una lapicera. No podía darle la lapicera que tenía, por que la estaba usando en no sé que aburridas anotaciones, pero le ofrecí dibujarle un cerdito en la mano.

Súbitamente, se corrió la voz. De buenas a primeras me encontré rodeado de un enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus manitas cuarteadas de mugre y frío, pieles de cuero quemado: había quien quería un cóndor y quién una serpiente, otros preferían loritos o lechuzas y no faltaba los que pedían un fantasma o un dragón.

Y entonces, en medio de aquel alboroto, un desamparadito que no alzaba mas de un metro del suelo, me mostró un reloj dibujado con tinta negra en su muñeca:

-Me lo mandó un tío mío, que vive en Lima -dijo

-Y anda bien -le pregunté

-Atrasa un poco -reconoció.

martes, 15 de noviembre de 2011

LAS ULTIMAS MIRADAS - ENRIQUE ANDERSON IMBERT


Las últimas miradas.
Enrique Anderson Imbert

El hombre mira a su alrededor. Entra en el baño. Se lava las manos. El jabón huele a violetas. Cuando ajusta la canilla, el agua sigue goteando. Se seca. Coloca la toalla en el lado izquierdo del toallero: el derecho es el de su mujer. Cierra la puerta del baño para no oír el goteo. Otra vez en el dormitorio. Se pone una camisa limpia: es de puño francés. Hay que buscar los gemelos. La pared está empapelada con dibujos de pastorcitas y pastorcitos. Algunas parejas desaparecen debajo de un cuadro que reproduce Los amantes de Picasso, pero más allá, donde el marco de la puerta corta un costado del papel, muchos pastorcitos se quedan solos, sin sus compañeras. Pasa al estudio. Se detiene ante el escritorio. Cada uno de los cajones de ese mueble grande como un edificio es una casa donde viven cosas. En una de esas cajas las cuchillas de la tijera deben de seguir odiándoles como siempre. Con la mano acaricia el lomo de sus libros. Un escarabajo que cayó de espaldas sobre el estante agita desesperadamente sus patitas. Lo endereza con un lápiz. Son las cuatro del la tarde. Pasa al vestíbulo. Las cortinas son rojas. En la parte donde les da el Sol, el rojo se suaviza en un rosado. Ya a punto de llegar a la puerta de salida se da vuelta. Mira a dos sillas enfrentadas que parecen estar discutiendo ¡todavía! Sale. Baja las escaleras. Cuenta quince escalones. ¿No eran catorce? Casi se vuelve para contarlos de nuevo pero ya no tiene importancia. Nada tiene importancia. Se cruza a la acera de enfrente y antes de dirigirse hacia la comisaría mira la ventana de su propio dormitorio. Allí dentro ha dejado a su mujer con un puñal clavado en el corazón.

domingo, 13 de noviembre de 2011

INVITADOS - LUIS MATEO DIEZ




Invitados.
Luis Mateo Díez


Los invitados llegaron a casa a la hora prevista. Ángela y yo les recibimos encantados. La cena fue exquisita. La conversación brillante y entretenida hasta que las copas comenzaron a hacer efecto.
Entonces se iniciaron esos pequeños altercados que son fruto de las envidias y las maledicencias y que lastran las amistades por largas que sean.
Yo, como siempre, me quedé dormido. Para las copas soy un desastre.
Cuando desperté, con el sol en la ventana y la mañana del domingo muy avanzada, tardé un rato en percatarme del desastre en que se había convertido el salón. Todo estaba destrozado.

En la alfombra pisé una enorme mancha que me pareció de sangre. La mancha se repetía en las paredes. Llamé a Ángela, angustiado.
La casa estaba vacía y lo que de ella pude ver, hasta que sonó el teléfono, en parecidas condiciones al salón.
El timbre del teléfono acrecentó el dolor de cabeza que, se apoderaba de mí. Me llevé la mano a ella y sentí un bulto pegajoso. Temí desvanecerme.
Descolgué el aparato temblando.
-Ninguno de vosotros me quiso nunca -musitó una voz compungida y llorosa en el auricular, y en seguida escuché el sonido de un disparo.
Antes de salir al jardín y observar los cuerpos mutilados que colgaban de los árboles dejé caer el teléfono con la sensación de que el aroma quemado de la pólvora abrasaba mi mano.

sábado, 12 de noviembre de 2011

TODO LO CONTRARIO - MARIO BENEDETTI


Todo lo contrario.
Mario Benedetti

-Veamos –dijo el profesor-. ¿Alguno de ustedes sabe qué es lo contrario de IN?
-OUT – respondió prestamente un alumno.
-No es obligatorio pensar en inglés. En Español, lo contrario de IN (como prefijo privativo, claro) suele ser la misma palabra, pero sin esa sílaba.
-Sí, ya sé: insensato y sensato, indócil y dócil, ¿no?
-Parcialmente correcto. No olvide, muchacho, que lo contrario del invierno no es el vierno sino el verano.
-No se burle, profesor.
-Vamo a ver. ¿Sería capaz de formar una frase, más o menos coherente, con palabras que, si son despojadas del prefijo IN, no confirman la ortodoxia gramatical?
-Probaré, profesor: “Aquel dividuo memorizó sus cógnitas, se sintió fulgente pero dómito, hizo ventario de las famias con que tanto lo habían cordiado, y aunque se resignó a mantenerse cólume, así y todo en las noches padecía de somnio, ya que le preocupaban la flación y su cremento.”
-Sulso pero pecable –admitió sin euforia el profesor.

martes, 8 de noviembre de 2011

MICRO CUENTOS: MORTAL - LUIS MATEO DIEZ

MICRO CUENTOS: MORTAL - LUIS MATEO DIEZ: Mortal. Luis Mateo Díez Un hombre llamado Mortal vino a la aldea de Omares y le dijo al primer niño que encontró: avisa al viejo más viejo...

MORTAL - LUIS MATEO DIEZ

Mortal.
Luis Mateo Díez


Un hombre llamado Mortal vino a la aldea de Omares y le dijo al primer niño que encontró: avisa al viejo más viejo de la aldea, dile que hay un forastero que necesita hablar urgentemente con él.
Avisó el niño al viejo Arcino y le acompañó de la mano hasta dónde el hombre aguardaba muy nervioso.
¿Se puede saber que es lo que usted desea y cual es la razón de tanta prisa...?, le requirió el viejo Arcino.
Soy Mortal, dijo el hombre sin mirarle.
Todos lo somos dijo Arcino.
Mortal no es un nombre, mortal es una condición.
¿Y aún así, aunque de una condición se trate, sería usted capaz de abrazarme..?, inquirió el hombre.
Prefiero besar a este niño que dar un abrazo a un forastero, pero si de esa manera queda tranquilo, no me negaré. No es raro que llamándose de ese modo ande por el mundo como alma en pena.
Se abrazaron al pie del árbol más cercano.
Mortal de muerte y mortandad, musitó el hombre al oído del viejo Arcino.
El que no lo entiende de esta manera lleva las de perder. La encomienda que traigo no es otra que la que mi nombre indica. No hay más plazo, la edad está reñida con la eternidad.
¿Tanta prisa tenías...? inquirió el viejo, sintiendo que la vida se le iba por los brazos y las manos, de modo que el hombre apenas podía sujetarlo.
No te quejes que son pocos los que viven tanto.
No me quejo de que hayas venido a por mí, me conduelo del engaño con que lo hiciste, y de ver asustado a ese pobre niño.

sábado, 5 de noviembre de 2011

LEYENDA CHINA - HERMAN HESSE


Leyenda china.
Hermann Hesse


Esto se cuenta acerca de Meng Hsie.
Cuando supo que últimamente los artistas jóvenes se ejercitaban en colocarse cabeza abajo, decían que para ensayar una nueva visión, inmediatamente Meng Hsie practicó también este ejercicio. Y después de probarlo un rato declaró a sus discípulos:
-Cuando me coloco cabeza abajo se me presenta el mundo bajo un aspecto nuevo y más hermoso.
Esto se comentó, y los jóvenes artistas se ufanaban no poco de que el anciano maestro hubiese respaldado así sus experimentos.
Se sabía que apenas hablaba, y que enseñaba a sus discípulos no mediante doctrinas sino con su simple presencia y su ejemplo. Por eso sus manifestaciones llamaban mucho la atención y se difundían por todas partes.
Poco después de que aquellas palabras suyas hubiesen hecho las delicias de los innovadores y sorprendido e incluso indignado a muchos de los antiguos, se supo que había hablado otra vez. Contaban que había dicho:
-Es bueno que el hombre tenga dos piernas, porque ponerse cabeza abajo no favorece la salud. Además, cuando se incorpora el que estuvo cabeza abajo el mundo se le representa doblemente más hermoso que antes.
Estas palabras del maestro escandalizaron a los jóvenes antipodistas, que se sintieron traicionados o burlados, y también a los mandarines.
-Tal día dice Meng Hsie tal cosa, y al día siguiente dice lo contrario -comentaban los mandarines-. Es imposible que ambas sean verdaderas. ¿Quién hace caso del anciano cuando le flaquea el entendimiento?
Algunos fueron a contarle al maestro lo que decían de él tanto los innovadores como los mandarines. Él se limitó a reír. Y como sus seguidores le demandaran una explicación, dijo:
-La realidad existe, pequeños míos, y ésa es incontrovertible. Verdades, en cambio, es decir, opiniones acerca de la realidad expresadas mediante palabras, hay muchas, y todas ellas son tan verdaderas como falsas.
Y por mucho que insistieron, los discípulos no consiguieron sacarle una palabra más.

jueves, 3 de noviembre de 2011

EL CAMPEONATO MUNDIAL DE PAJARITAS - LUIS BRITTO GARCÍA


El campeonato mundial de pajaritas.
Luis Britto García

Abierto oficialmente el campeonato mundial de pajaritas el señor Pereira se dirige al proscenio, toma una hoja de papel, la dobla, la vuelve a doblar, y de los pliegues surgen lentamente una montaña, y un arroyo, y un arco iris que desciende hasta que junto a él fulguran las nubes y finalmente las estrellas. Un gran aplauso resuena, el señor Pereira se inclina y baja lentamente a la sala.
Acto seguido se instala en el proscenio el señor Noguchi, quien toma en cada mano una hoja de papel, la mano izquierda dobla dobla, sale una paloma, sosteniendo el pico con los dedos anular y meñique y tirando de la cola con los dedos índice y medio las alas suben bajan suben bajan, la paloma vuela, entretanto la mano derecha dobla, dobla, sale un halcón, colocando el dedo índice en el buche y presionando con el pulgar en las patas, las poderosas alas suben bajan bajan suben, el halcón vuela, persigue a la paloma, la atrapa, cae al suelo, la devora.
Grandes y entusiásticos aplausos.
Sube al proscenio el señor Iturriza, quien es calvo, viejo, tímido y usa unos lentencitos con montura de oro. En medio de un gran silencio el señor Iturriza se inclina ante el público, hace una contorsión, se vuelve de espaldas. La segunda contorsión la despliega, asume una forma extraña, y luego viene la tercera, la cuarta, la quinta contorsión, la apertura del pliegue longitudinal, y la vuelta del conjunto. La sexta y la séptima contorsiones son apenas visibles pero definitivas, la gente va a aplaudir pero no aplaude, en el proscenio el señor Iturriza deshace su último pliegue y se transforma en una límpida, solitaria, gran hoja cuadrada de papel blanco.

domingo, 30 de octubre de 2011

VIDA DE PERROS - JULIO MIRANDA



VIDA DE PERROS


JULIO MIRANDA


Somos pobres. Nunca hemos podido tener un perro. ¡Y nos gustan tanto! Por eso decidimos turnarnos: cada uno haría de perro un día entero.
Al principio nos dio un poco de vergüenza, sobre todo a mis padres. Lo imitaban muy mal. Algún ladrido y mucho olfatear. Yo era el que más gozaba, orinando donde quería.
Pero se convirtió en una fiesta. Esperábamos que nos tocara, nerviosos. La noche antes ya se nos escapaba algún grrr, algún guau. Mamá no se ocupaba de la casa. Papá no iba al trabajo. Yo me salvaba de la escuela. Y ellos se divertían más que yo, saltándose las reglas, mordiéndose y lamiéndose y rascándose y montándose encima y revolcándose, aunque a los dos no les tocara ser perro. Les decía que era trampa. Me mandaban al cuarto.
La casa está hecha un asco. A papá lo botaron. Yo tengo que ir a clases todas las mañanas y luego las tareas. “Otro día haces de perro”, me dicen, “otro día”, riéndose.
No es justo.

martes, 25 de octubre de 2011

PAJARILLO - RODOLFO FARCUG

PAJARILLO
RODOLFO FARCUG


– El amor –me dijeron– es como un pajarillo. Déjalo ir: si regresa, es tuyo. Si no regresa, nunca lo fue.

Y yo solté a mi pajarillo, y el muy cabrón sólo regresa cuando tiene hambre.

sábado, 22 de octubre de 2011

LA MENDIGA DE NAPOLES - MAX JACOB



LA MENDIGA DE NAPOLES
MAX JACOB

Cuando yo vivía en Nápoles, había en la puerta de mi palacio una mendiga a la que yo arrojaba monedas
antes de subir al coche. Un día, sorprendido de que no me diera nunca las gracias, miré a la mendiga;
entonces vi que lo que había tomado por una mendiga más bien era un cajón de madera, pintado de verde,
que contenía tierra colorada y algunas bananas medio podridas.

jueves, 20 de octubre de 2011

EL INTERMEDIARIO - JUAN ARMANDO EPPLE




EL INTERMEDIARIO


JUAN ARMANDO EPPLE


Cuando al fin le confesé mis relaciones con la Otra, me insultó y amenazó con lanzar mis cosas por la ventana; pero luego, ya más calmada, quiso saber qué me atraía de ella, qué posiciones le gustaban más para hacer el amor, de qué hablábamos después.


Cuando le confesé a la Otra que Ella ya sabía sobre lo nuestro, me insultó y amenazó con dejarme; pero luego, ya más calmada, quiso saber qué le atraía a ella de mí, qué posiciones la excitaban más, qué temas le interesaba discutir antes de dormirse.
Ahora viven juntas. Prometieron invitarme a visitarlas, pero aún no me llaman.

lunes, 17 de octubre de 2011

LA BELLA DURMIENTE DEL BOSQUE Y EL PRINCIPE - MARCO DENEVI



LA BELLA DURMIENTE DEL BOSQUE Y EL PRINCIPE

MARCO DENEVI


La Bella Durmiente cierra los ojos pero no duerme. Está esperando al Príncipe. Y cuando lo oye acercarse simula un sueño todavía más profundo. Nadie se lo ha dicho pero ella lo sabe. Sabe que ningún príncipe pasa junto a una mujer que tenga los ojos bien abiertos.

jueves, 13 de octubre de 2011

RENCOR - RODRIGO PARRA SANDOVAL




RENCOR
RODRIGO PARRA SANDOVAL




Me casé a los diecisiete años con un hombre al que no amaba. Me casé con él por rencor con mi padre. Mi padre nunca me dio un beso en la mejilla. Mi padre nunca me acarició. En cambio, sabía con precisión cómo es en realidad el mundo, cómo debe ser. Por eso, lloré durante la noche anterior a mi boda. Lloré durante la boda. Lloré durante la noche de mi boda. He estado estos veinte años llorando y haciendo el amor con un hombre al que no quiero. Durante veinte años he estado mostrándole rencor a mi padre. Pero mi padre no se ha dado cuenta. Por eso llegué a la costumbre de los viajes dominicales al aeropuerto. Todos los domingos vamos al aeropuerto mi marido, la niña y yo. Nos paramos en el extremo de la pista y esperamos a que salga un jet. Entonces saco la cabeza por la ventanilla y grito. Grito hasta que se me acaba la voz. Grito este grito de veinte años de rencor. Hasta que sale lo que tengo adentro. Luego nos vamos a casa y nuevamente encuentro fuerzas para esperar el próximo domingo sin matar a nadie.

martes, 11 de octubre de 2011

EL LLAMADO DE LA SELVA - JAIME ALBERTO VELEZ



El llamado de la selva
Jaime Alberto Vélez



El perro encargado de cuidar el rebaño siente un irreprimible llamado de la selva. Abjura entonces del orden establecido y de la civilización, y huye hacia las altas montañas en busca de su ancestral vida primitiva. Hambriento e impulsado por su instinto salvaje, decide caer un día por asalto sobre las ovejas que, emocionadas, lo reciben entre vítores y lágrimas de alegría por su regreso.

ALIVIO - DAVID LAGMANOVICH




ALIVIO
DAVID LAGMANOVICH


Ahora que la respiración no es un problema compruebo que tampoco tengo que ocuparme de los caprichos de mi cuerpo, del equilibrio de sus partes constitutivas, de las dolorosas epopeyas de dentistas y médicos traumatólogos, de la preocupación por el pelo y las uñas. Ya me parecía que estar muerto tendría algunas ventajas.

lunes, 10 de octubre de 2011

LAS GAFAS - MATIAS GARCÍA MEGÍAS


LAS GAFAS
MATIAS GARCIA MEGIAS

Tengo gafas para ver verdades. Como no tengo costumbre no las uso nunca.
Sólo una vez...

Mi mujer dormía a mi lado.

Puestas las gafas, la miré.

La calavera del esqueleto que yacía debajo de las sabanas roncaba a mi lado, junto a mí.

El hueso redondo sobre la almohada tenía los cabellos de mi mujer, con los rulos de mi mujer.

Los dientes descarnados que mordían el aire a cada ronquido, tenían la prótesis de platino de mi mujer.

Acaricié los cabellos y palpé el hueso procurando no entrar en las cuencas de los ojos: no cabía duda, aquello era mi mujer.

Dejé las gafas, me levanté, y estuve paseando hasta que el sueño me rindió y me volvió a la cama.

Desde entonces, pienso mucho en las cosas de la vida y de la muerte.

Amo a mi mujer, pero si fuera más joven me metería a monje.

viernes, 7 de octubre de 2011

AGRAFO - DAVID LAGMANOVICH



AGRAFO
DAVID LAGMANOVICH



En mi ciudad nadie ignora que no sé escribir. Ahora me han premiado como el mejor escritor inédito de la comarca. Pero si acepto el premio debo enviar una carta de agradecimiento, y no encuentro a nadie dispuesto a escribirla por mí.

miércoles, 5 de octubre de 2011

FABULA TRISTE - HAROLD KREMER



FABULA TRISTE


HAROLD KREMER



El ratón tenía la costumbre de venir a mi biblioteca. Era un ratón sabio que consumía mis libros. Una vez le coloqué una tabla que obstruía su repetitivo camino. El ratón vino y toda la noche luchó contra el obstáculo; lo oía roer y gemir de desesperación. Esa noche se quedó a la espera. La noche siguiente volvió y también esperó. Y así durante mucho tiempo. Un día, compadecido, quité la tabla; pero el ratón no volvió a la biblioteca. Venía y se quedaba en el lugar del obstáculo. Y así durante mucho tiempo.

lunes, 3 de octubre de 2011

3 MUJERES - HUANG CANRAN


3 mujeres

HUANG CANRAN

Una mujer que me ama, una mujer que amo,
una que nunca me amó y a la que no amo.
Pienso en la primera con frecuencia
y recuerdo ocasionalmente a la segunda;
en la tercera no pienso nunca ni la recuerdo.
Con la primera perdí hace años todo vínculo,
al igual que con la segunda y la tercera.
Ellas habrán continuado su vida,
habrán perdido tal vez un montón de cosas,
y las cosas perdidas en su vida, como el agua,
habrán dejado o no una marca.
Hoy las tres me han llamado por teléfono;
ahora sus tres voces, sus tres caras
a la vez aparecen en mi cabeza y las veo hablar
como si estuvieran conversando entre sí,
como si se conocieran mutuamente.


sábado, 1 de octubre de 2011

EL ESPEJO DE VIENTO Y LUNA - TSAO HSUE KIN




El Espejo de Viento-y-Luna


Tsao Hsue-Kin


En un año, las dolencias de Kia Yui se agravaron. La imagen de la inaccesible señora Fénix gastaba sus días; las pesadillas y el insomnio, sus noches.


Una tarde, un mendigo taoísta pedía limosna en la calle, proclamando que podía curar las enfermedades del alma. Kia Yui y lo hizo llamar. El mendigo le dijo: “Con medicinas no se cura su mal. Tengo un tesoro que los sanará, si sigue mis órdenes”. De su manga sacó un espejo bruñido de ambos lados; el Espejo tenía la inscripción: Precioso Espejo de Viento-y-Luna. Agregó: “Este espejo viene del Palacio de el Hada del Terrible Despertar y tiene la virtud de curar los males causados por los pensamientos impuros. Pero guárdese de mirar el anverso. Sólo mire el reverso. Mañana volveré a buscar el espejo y a felicitarlo por su mejoría”. El mendigo se fue sin aceptar las monedas que le ofrecieron.


Kia Yui tomó el espejo y miró según le había indicado el mendigo. Lo arrojó con espanto: el espejo reflejaba una calavera. Maldijo al mendigo; irritado, quiso ver el anverso. Empuñó el espejo y miró: desde su fondo, la señora Fénix, espléndidamente vestida, le hacía señas. Kia Yui se sintió arrebatado por el espejo y atravesó el metal y amó a la señora Fénix. Después, Fénix lo acompañó a la salida. Cuando Kia Yui se despertó, el espejo estaba al revés y le mostraba, de nuevo, la calavera. Agotado por la delicia del lado falaz del espejo, Kia Yui no resistió, sin embargo, a la tentación de mirarlo una vez más. De nuevo la señora Fénix le hizo señas, de nuevo penetró en el espejo y se amaron. Esto ocurrió unas cuantas veces. La última, dos hombres lo apresaron al salir y lo encadenaron. “Los seguiré”, murmuró Kia Yui, “pero déjenme llevar el Espejo”. Fueron sus últimas palabras. Lo encontraron muerto, sobre la sabana, en medio de un charco de sangre.

jueves, 29 de septiembre de 2011

EL ORIGEN DEL HOMBRE - LEYENDA ESLAVA



EL ORIGEN DEL HOMBRE


LEYENDA ESLAVA



Al principio no existía más que Dios, pero Dios dormía y soñaba. Este sueño duró siglos enteros. El momento fijado para que despertara llegó bruscamente. Miró en torno suyo y de cada una de esas miradas nació una estrella. Dios mismo se sorprendió de ello y comenzó a viajar para ver lo que sus ojos habían creado. Viajó, viajó interminablemente. Al fin llegó a nuestra tierra, pero estaba ya fatigado. Las gotas de sudor caían de su frente. Una de estas gotas adquirió alma y fue el primer hombre.


Así el hombre nació de Dios, pero no fue creado para los placeres: nació del divino sudor y desde su origen quedó destinado a sufrir y a trabajar.




martes, 27 de septiembre de 2011

RECOPILACION DE MICROCUENTOS


HE CREADO UN E-BOOK RECOPILATORIO CON TODOS LOS MICROCUENTOS PUBLICADOS EN ESTE BLOG, QUE ESPERO IR ACTUALIZANDO CADA CIERTO TIEMPO, PUEDES BAJARLO GRATIS DESDE MI OTRO BLOG:
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lunes, 26 de septiembre de 2011

BAHAMUT - EDWARD LANE



BAHAMUT


MICROCUENTO DE EDWARD LANE


Dios creó la tierra, pero la tierra no tenía sostén y así bajo la tierra creó un ángel. Pero el ángel no tenía sostén y así bajo los pies del ángel creó un peñasco hecho de rubí. Pero el peñasco no tenía sostén y así bajo el peñasco creó un toro con cuatro mil ojos, orejas, narices, bocas, lenguas y pies. Pero el toro no tenía sostén y así bajo el toro creó un pez llamado Bahamut, y bajo el pez puso agua, y bajo el agua puso oscuridad, y la ciencia humana no ve más allá de ese punto.

viernes, 23 de septiembre de 2011

LOS PUERCOESPINES - ARTHUR SCHOPENHAUER



LOS PUERCOESPINES


ARTHUR SCHOPENHAUER


Un día crudísimo de invierno, en el que el viento silbaba cortante, unos puercoespines se apiñaban, en su madriguera, lo más estrechamente que podían.
Pero resultaba que, al estrecharse, se clavaban mutuamente sus agudas púas.
Entonces volvían a separarse; pero el frío penetrante los obligaba, de nuevo, a apretujarse.
Volvían a pincharse con sus púas, y volvían a separarse.
Y así una y otra vez, separándose, y acercándose, y volviéndose a separar, estuvieron hasta que, por fin, encontraron una distancia que les permitía soportar el frío del invierno, sin llegar a estar tan cerca unos de otros como para molestarse con sus púas, ni tan separados como para helarse de frío.
A esa distancia justa la llamaron urbanidad y buenos modales

jueves, 22 de septiembre de 2011

LO REAL Y LO IMAGINARIO - KOSTAS AXELOS




LO REAL Y LO IMAGINARIO


KOSTAS AXELOS


Un padre y una madre centauros observan a su hijo que retoza en una playa del Mediterráneo. El padre se vuelve hacia la madre y le pregunta: "¿Debemos decirle que no es más que un mito?".

miércoles, 21 de septiembre de 2011

EQUIVALENCIA - BLAISE PASCAL



EQUIVALENCIA


BLAISE PASCAL


Si un artesano estuviese seguro de que sueña cada noche, durante doce horas completas, que es rey, creo que sería tan dichoso como un rey que soñase todas las noches durante doce horas que es artesano.

martes, 13 de septiembre de 2011

CUENTO DE ARENA MICROCUENTO DE JAIRO ANIBAL NIÑO


Cuento de arena

Jairo Aníbal Niño

Un día la ciudad desapareció. De cara al desierto y con los pies hundidos en la arena, todos comprendieron que durante treinta largos años habían estado viviendo en un espejismo.


JAIRO ANIBAL NIÑO

Jairo Aníbal Niño (Moniquirá (Boyacá), 5 de septiembre de 1941 - Bogotá, 30 de agosto de 2010) fue un escritor, poeta y dramaturgo colombiano, que se destacó principalmente en el campo de la literatura infantil y juvenil.

Comenzó estudiando en Bucaramanga, pero abandonó sus estudios. Incursionó primero en las artes plásticas y en la pintura. Fue miembro del grupo de pintores La Mancha. Posteriormente fue actor, director de teatro, titiritero y dramaturgo. Fue profesor universitario y director de grupos universitarios de teatro. Escribió más de 40 obras y ocasionalmente firmaba sus textos con el seudónimo de Amadeo Zoro. Perteneció a diversos grupos de teatro llamados "de protesta" y al Teatro Libre de Bogotá. En 1988 ocupó el cargo de director de la Biblioteca Nacional de Colombia.

Durante su trayectoria literaria obtuvo el Premio Nacional de Literatura Enka (1977), el Premio para Guiones de Cortometraje de Focine (1980) y el Premio Iberoamericano Chamán (1990), su obra Preguntario fue destacada en la Lista de Honor de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (1992), el premio Cuchilo Canario de Narración (1996), y el Premio Caracol al Mérito, otorgado por la Asociación Mexicana de Narradores.

Algunas de sus obras de teatro más reconocidas son El golpe de estado, El monte calvo, Las bodas de lata y Efraín González; entre sus guiones para cine se destacan Efraín González, ganador en el concurso de guiones para largometraje argumental convocado por Focine, y El manantial de las fieras. Dentro de sus cuentos infantiles se destacan De las Alas Caracolí, Dalia y Zazir, La alegría de querer, Aviador Santiago y Zoro; entre su producción también se destaca colecciones de relatos cortos como Puro pueblo y Toda la vida, entre otras.Sus obras han sido traducidas a diversos idiomas incluyendo el inglés, francés, alemán y portugués.







domingo, 11 de septiembre de 2011

ADAN Y EVA DE MARCO DENEVI


ADAN Y EVA MARCO DENEVI

Recordando lo que él hizo con el amor de Dios, Adán siempre recelará del amor de Eva.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

POE - WILLIAM OSPINA

POE

UN MICROCUENTO DE WILLIAM OSPINA



Edgar Poe se miró al espejo y se dijo:


—Ese hombre del espejo no sufre, es un actor que imita mi sufrimiento.


El hombre del espejo se dijo:


—Ese hombre no sufre, finge sufrir para que yo sufra imitándolo.

WILLIAM OSPINA



WILLIAM OSPINA




William Ospina (Padua, Tolima, 2 de marzo de 1954) es un poeta, ensayista y novelista colombiano.


Hijo de Luis Ospina e Ismenia Buitrago, nació en Padua, Tolima, Colombia, el 2 de marzo de 1954. Hermano de Jorge Luis Ospina, Ludivia Ospina, Nubia Ospina, Patricia Ospina y Juan Carlos Ospina. Terminó el bachillerato en el Colegio San José de Fresno e ingresó a la facultad de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Santiago de Cali, pero se retiró en 1975. Se dedicó al periodismo y la literatura; también trabajó en publicidad. Heredó una gran voz de su padre, quien canta canciones del folclor colombiano.


Vivió en Europa con su hermano Jorge Luis entre 1979 a 1981, y viajó por Alemania, Bélgica, Italia, Grecia y España. Regresó a Colombia en 1981 y se radicó en Bogotá.


En 1982 ganó el Premio Nacional de Ensayo de la Universidad de Nariño, Pasto, con el ensayo Aurelio Arturo, la palabra del hombre. En 1986 publicó su primer poemario: Hilo de Arena.


El 13 de julio de 1993 fundó -junto a 10 profesionales de distintas áreas- la prestigiosa Revista Número, publicación colombiana de circulación trimestral cuyo propósito es la promoción de la cultura.


Fue redactor en la edición dominical de diario La Prensa de Bogotá de 1988 a 1989. Escribió ensayos sobre Lord Byron, Edgar Allan Poe, León Tolstói, Charles Dickens, Emily Dickinson, Las mil y una noches, Alfonso Reyes, Estanislao Zuleta, literatura árabe y las brujas de Macbeth.


En 1992 obtuvo el primer Premio Nacional de Poesía del Instituto Colombiano de Cultura.


En el año 2005 publicó su primera novela (Ursúa),en la que aborda la historia de Pedro de Ursúa, conquistador español fundador de la ciudad colombiana de Pamplona. Un verdadero testimonio dramático de la colonización.


William Ospina está considerado como uno de los poetas y ensayistas más destacados de las últimas generaciones y sus obras son mapas eruditos de sus amores literarios, acompañados de declaraciones ideológicas sobre la historia y el mundo moderno.


Además, es activo militante del Polo Democrático Alternativo, colaborador del órgano oficial de dicho partido, el Periódico POLO. Actualmente escribe una columna semanal en el diario El Espectador.


Ganó con su novela El país de la canela el Premio Rómulo Gallegos, galardón que otorga el Gobierno venezolano desde 1967. Lo recibió en Caracas, el domingo 2 de agosto de 2009.


Con esta segunda novela continúa con la trilogía sobre los viajes al Amazonas durante el siglo XVI. Luego vendrá la tercera titulada como La serpiente sin ojos, la cual estará lista para el año 2011.

domingo, 4 de septiembre de 2011

MICRO CUENTO DE SALVADOR ELIZONDO - EL GRAFOGRAFO



El grafógrafo
Salvador Elizondo


Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo.


SALVADOR ELIZONDO




Salvador Elizondo Alcalde (Ciudad de México; 19 de diciembre de 1932- 29 de marzo de 2006) fue un escritor, traductor y crítico literario mexicano, autor de novelas como Farabeuf o la crónica de un instante, El hipogeo secreto y Narda o el verano, y de reputados relatos breves, como El grafógrafo. Fue considerado el escritor más original y vanguardista de la generación de los años 60 en México. Desarrolló un estilo literario cosmopolita, al margen de las corrientes realistas y nacionalistas que imperaban en la época, con importantes influencias de autores como James Joyce o Ezra Pound.



Nació en la Ciudad de México el 19 de diciembre de 1932, hijo de Salvador Elizondo Pani, diplomático y productor de cine. Desde muy joven tuvo contacto con el cine y la literatura. De niño vivió varios años en Alemania, antes de la Segunda Guerra Mundial, y cursó tres años en una escuela militar de California. Realizó estudios de artes plásticas en la Ciudad de México y de literatura en las universidades de Ottawa, Cambridge, La Sorbona, Peruggia y la UNAM. Fue fundador de la revistas SNOB y NuevoCine, y colaborador de las revistas Vuelta, Plural y Siempre, entre otras.



En 1965 recibió el Premio Xavier Villaurrutia por su novela Farabeuf o la crónica de un instante. Fue becario fundador en El Colegio de México, en donde cursó estudios de lengua china. Fue catedrático de la UNAM y becario de la Fundación Ford para cursar estudios en Nueva York y en San Francisco, Becario del Centro Mexicano de Escritores 1963-1964, y becario también de la Fundación Guggenheim 1968-1969.



En 1990 recibió el Premio Nacional de Literatura. Fue miembro, a partir de 1976, de la Academia Mexicana de la Lengua, tomó posesión de la silla XXI el 23 de octubre de 1980.[3] El 29 de abril de 1981 ingresó a El Colegio Nacional con el discurso de "Joyce y Conrad".[4] Estuvo casado en primeras nupcias con Michele Alban, con quien tuvo dos hijas: Mariana y Pía Elizondo; su segundo matrimonio fue con la fotógrafa mexicana Paulina Lavista.



Es el segundo escritor mexicano después de Octavio Paz en haber recibido a su muerte un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes.


martes, 30 de agosto de 2011

LA MUJER GATO - ENRIQUE JARDIEL PONCELA



LA MUJER GATO


ENRIQUE JARDIEL PONCELA




Aquella mujer tenía unos ojos verdes, como los de los gatos, y eran tan iguales a los de los gatos, que hasta fosforescían en la oscuridad.


¡Qué cómodo resultaba amarla!


Porque gracias a las felinas propiedades de sus ojos, en la noche uno veía la hora del reloj, sin tener que encender la luz. Y para leer un libro en los momentos de insomnio, tampoco hacía falta encender la luz. Bastaba con decirle a ella:


—Flérida, hija, haz el favor de enfocarme los ojos al libro, que voy a leer un ratito.


En fin, era una mujer ideal. Lo malo estaba en que, a causa de su espíritu gatuno, le encantaba echarse en la tarima del brasero, y adoraba el pescado, y daba unos arañazos terribles.


Y aun esto podía perdonársele.


Lo que ya no se le podía perdonar era el que en las noches de enero se levantase de madrugada y se subiese al tejado a dar paseítos bajo la luna.








sábado, 27 de agosto de 2011

EN LA ESCALINATA DEL TEMPLO - GIBRAN KHALIL GIBRAN



En la escalinata del templo
Gibrán Khalil Gibrán (Líbano)


Ayer tarde, en la escalinata de mármol del templo vi a una mujer sentada entre dos hombres. Una de las mejillas de la mujer estaba pálida, y la otra, sonrojada.