miércoles, 31 de marzo de 2010

LA COLERA DE UN PARTICULAR - ANONIMO CHINO

El Rey de T’sin mandó decir al Príncipe de Ngan-ling:

-A cambio de tu tierra quiero darte otra diez veces más grande. Te ruego que accedas a mi demanda.

El Príncipe contestó:

-El Rey me hace un gran honor y una oferta ventajosa. Pero he recibido mi tierra de mis antepasados príncipes y desearía conservarla hasta el fin. No puedo consentir en ese cambio.

El Rey se enojó mucho, y el Príncipe le mandó a T’ang Tsu de embajador. El Rey le dijo:

-El Príncipe no ha querido cambiar su tierra por otra diez veces más grande. Si tu amo conserva su pequeño feudo, cuando yo he destruido a grandes países, es porque hasta ahora lo he considerado un hombre venerable y no me he ocupado de él. Pero si ahora rechaza su propia conveniencia, realmente se burla de mí.

T'ang Tsu respondió:

-No es eso. El Príncipe quiere conservar la heredad de sus abuelos. Así le ofrecieras un territorio veinte veces, y no diez veces más grande, igualmente se negaría.

El Rey se enfureció y dijo a T’ang Tsu:

-¿Sabes lo que es la cólera de un rey?

-No -dijo T’ang Tsu.

-Son millones de cadáveres y la sangre que corre como un río en mil leguas a la redonda -dijo el Rey.

T’ang Tsu preguntó entonces:

-¿Sabe Vuestra Majestad lo que es la cólera de un simple particular?

Dijo el Rey:

-¿La cólera de un particular? Es perder las insignias de su dignidad y marchar descalzo golpeando el suelo con la cabeza.

-No -dijo T'ang Tsu- esa es la cólera de un hombre mediocre, no la de un hombre de valor. Cuando un hombre de valor se ve obligado a encolerizarse, como cadáveres aquí no hay más que dos, la sangre corre apenas a cinco pasos. Y, sin embargo, China entera se viste de luto. Hoy es ese día.

Y se levantó, desenvainando la espada.

El Rey se demudó, saludó humildemente y dijo:

-Maestro, vuelve a sentarte. ¿Para qué llegar a esto? He comprendido.



martes, 30 de marzo de 2010

LA COMADREJA Y SU MARIDO -ANONIMO AFRICANO

La Comadreja dio a luz un hijo, y, llamando a su marido, le dijo:

-Búscame unos pañales como a mí me gustan y tráemelos.

El marido quería complacer a su mujer y le preguntó:

-¿Qué pañales son esos que a ti te gustan?

Y respondió la Comadreja:

-Quiero una piel de elefante.

El pobre marido se quedó perplejo ante tales pretensiones y no pudo abstenerse de preguntar a su cara mitad si por ventura no había perdido la cabeza.

La Comadreja, por toda contestación, le arrojó la criatura a los brazos y salió inmediatamente y a toda prisa. Buscó al Gusano, y, así que lo encontró, le dijo:

-Compadre, mi tierra está llena de hierba; ayúdame a renovarla un poco.

Y cuando vio al Gusano atareado, escarbando, la Comadreja llamó a la Gallina y le dijo:

-Comadre, mi hierba está plagada de gusanos y necesito tu ayuda.

La Gallina echó a correr, se comió al Gusano y se puso a rascar el suelo.

Un poco más adelante, la Comadreja encontró al Gato y le dijo:

-Compadre, andan gallinas en mi tierra; bien pudieras en mi ausencia dar una vuelta por mis posesiones.

Un instante después el Gato había devorado a la Gallina.

Mientras el Gato comía a sus anchas, la Comadreja dijo al Perro:

-Patrón, ¿vas a dejar al Gato en posesión de esa tierra?

El Perro, furioso, corrió a matar al Gato, porque no quería que hubiese allí más amo que él.

Pasó por aquellos lugares el León, y la Comadreja lo saludó con respeto y le dijo:

-Señor mío, no te acerques a ese campo, que pertenece al Perro.

Al oír esto el León, poseído de envidia, se arrojó sobre el Perro y lo hizo mil pedazos.

Por fin asomó el Elefante, y la Comadreja le pidió auxilio contra el León. Y el Elefante entró como protector en la tierra de la que le imploraba auxilio. Pero ignoraba la perfidia de la Comadreja, que había abierto un hoyo muy grande, disimulándolo con infinidad de ramas.

El Elefante, al caer en el lazo, se mató, pero antes había ahuyentado al León, que, temeroso, se refugió a toda prisa en la selva.

La Comadreja arrancó la piel del Elefante y se la presentó a su marido, diciéndole:

-Te pedí una piel de elefante y me llamaste loca porque juzgaste mi deseo como el mayor desatino. Mediante Dios, la he obtenido y aquí la tienes.

El marido de la Comadreja ignoraba que su compañera era el animal más astuto del mundo y ni remotamente soñaba que lo fuese más que él.

Pero entonces lo comprendió. Tal fama consiguió la señora con su ardid que, desde lo ocurrido, se dice: ¡Es más astuto que una Comadreja!

lunes, 29 de marzo de 2010

EL ZORRO QUE APROVECHÓ EL PODER DEL TIGRE - ANONIMO CHINO

Un tigre apresó a un zorro.

-A mí no me puedes comer -dijo el zorro-. El Emperador del Cielo me designó rey de todos los animales. Si me comes, el Emperador te castigará por desobedecer sus órdenes. Y si no me crees, ven conmigo. Verás cómo todos los animales huyen apenas me ven y nadie se acerca.

El tigre accedió a acompañarlo y apenas los otros animales los veían llegar, escapaban. El tigre creyó que temían al zorro y no se daba cuenta que escapaban por él.

viernes, 26 de marzo de 2010

EL DADO EGOCENTRICO - JULIO CORTÁZAR

Ése era un dado egocéntrico. Cayera como cayera, siempre caía de cara, y con la misma sonrisa entonaba: soy yo, soy yo. Le hacíamos las mil y una al pobre dado: lo lanzábamos desde el balcón, adentro del plato de sopa, o justo antes de que se sentara tía Albertina (105 kilos), lo poníamos sobre el banco. Los insultos de tía no nos incumbían, se los cargábamos al dado. Pero igual, volvíamos a arrojarlo y zácate, caía de cara y dale cantar: soy yo, soy yo, soy yo.
Una vez al Beto se le ocurrió limarle las aristas. Estuvimos como dos días sin parar hasta que quedó hecho una bolita. Vamos a ver si ahora cantás, dijo el Beto, y lo lanzó sobre las baldosas del patio. Apenas tocó el suelo, el dado empezó a decir: puta que te parió, puta que te parió. Y continuó rodando sin parar y meta cantar: puta que te parió, puta que te parió, puta que te parió...

miércoles, 24 de marzo de 2010

CICLOS - SERGIO GAUT VEL HARTMAN


Para poder salir del encierro se acostó a dormir. Durmió, en efecto, y soñó. Sus sueños tenían una textura vaporosa, por lo que pudo atravesar fácilmente los muros. Lo que no había previsto era el cansancio; atravesar los muros de la cárcel cansa mucho, se dijo, por lo que se acostó a dormir y soñó que estaba encerrado nuevamente. Y seguía muy cansado, así que decidió acostarse en el mugriento camastro en el que pasaba las horas. Se durmió. Soñó que cavaba un túnel; tardó veinte años en abrirse paso del otro lado del muro. Ahora, al cansancio se le sumaba un permanente dolor intestinal, producto de la ingesta de toda la tierra que sacaba del túnel. Finalmente pasó del otro lado, pero por entonces estaba tan infinitamente cansado que se tiró a dormir sobre la hierba. Allí lo encontraron los guardias y se lo llevaron prisionero. Compareció ante el juez, que lo condenó a muerte por fugas reiteradas. Él se rió de la condena y el juez lo contempló, perplejo.
—¿De que se ríe? —preguntó finalmente.
—De que me voy a despertar en cualquier momento y ya no voy a ser un condenado a muerte.
Pero no se despertó.

martes, 23 de marzo de 2010

PUEBLO NATAL - BRUCE McALLISTER

El niño inmortal, ese que me ha estado siguiendo por años desde que visité Calcuta, se me apareció en la avenida de mi pueblo natal. Sus ojos tan blancos contrastaban con su piel. El pavimento estaba húmedo En ese camino pacífico del pueblo donde los vientos suelen soplar, una hoja seca o dos nos pasaron volando. Aunque yo no le había preguntado nada, me dijo:
—No, estás equivocado. Esa a la que llaman Madre Teresa no acostumbraba a hacer lo que hizo por nosotros para salvarnos de nuestro sufrimiento. Eso hubiera querido decir que ella creía que el sufrimiento es real y que finalmente es lo que importa, lo que por supuesto no es así. ¿He sido claro, señor?
Asentí. No estaba demasiado seguro, pero deseaba ser amable, porque aunque sus monólogos habituales me cansaban solía apreciar su devoción. Me siguió por un rato, y luego, viendo una mujer que paseaba un perro, al que llevaba de la correa, se precipitó hacia ella para contarle lo que la mujer más deseaba, porque eso es lo que hacen los niños inmortales.

lunes, 22 de marzo de 2010

SINFONIA INCONCLUSA - MONTERROSO


—Yo podría contar— terció el gordo atropelladamente —que hace tres años, en Guatemala, un viejito organista de una iglesia de barrio me refirió que por 1929, cuando le encargaron clasificar los papeles de música de La Merced, se encontró de pronto unas hojas raras que, intrigado, se puso a estudiar con el cariño de siempre; y que como las acotaciones estuvieran escritas en alemán, le costó bastante darse cuenta de que se trataba de los dos movimientos finales de la Sinfonía Inconclusa; así que ya podía yo imaginar su emoción al ver bien clara la firma de Schubert, y que cuando muy agitado salió corriendo a la calle a comunicar a los demás su descubrimiento, todos dijeron riéndose que se había vuelto loco y que si quería tomarles el pelo; pero que como él dominaba su arte y sabía con certeza que los dos movimientos eran tan excelentes como los primeros, no se arredró y antes bien, juró consagrar el resto de su vida a obligarlos a confesar la validez del hallazgo;por lo que de ahí en adelante se dedicó a ver metódicamente a cuanto músico existía en Guatemala, con tan mal resultado que después de pelearse con la mayoría de ellos, sin decir nada a nadie y mucho menos a su mujer vendió su casa para trasladarse a Europa, y que una vez en Viena pues peor porque no iba a ir, decían, un Leiermann guatemalteco a enseñarles a localizar obras perdidas y mucho menos de Schubert, cuyos especialistas llenaban la ciudad y que qué tenían que haber ido a hacer esos papeles tan lejos; hasta que estando ya casi desesperado y sólo con el dinero del pasaje de regreso, conoció a una familia de viejitos judíos que habían vivido en Buenos Aires y hablaban español, los que lo atendieron muy bien y se pusieron nerviosísimos cuando tocaron como Dios les dio a entender en su piano, en su viola y en su violín, los dos movimientos; y quienes, finalmente, cansados de examinar los papeles por todos lados y de olerlos y de mirarlos al trasluz por una ventana, se vieron obligados a admitir primero en voz baja y después a gritos ¡son de Schubert, son de Schubert! y se echaron a llorar con desconsuelo cada uno sobre el hombro del otro como si en lugar de haberlos recuperado, los papeles se hubieran perdido en ese momento; y que yo me asombrara de que todavía llorando, si bien ya más calmados, y luego de hablar aparte entre sí y en su idioma, trataron de convencerlo frotándose las manos de que los movimientos, a pesar de ser tan buenos no añadían nada al mérito de la sinfonía tal como ésta se hallaba; y, por el contrario, podía decirse que se lo quitaban pues la gente se había acostumbrado a la leyenda de que Schubert los rompió o no los intentó siquiera, seguro de que jamás lograría superar o igualar la calidad de los dos primeros; y que la gracia consistía en pensar si así son el allegro y el andante cómo serán el scherzo y el allegro ma non troppo, y que si él respetaba y amaba de veras la memoria de Schubert, lo más inteligente era que les permitiera guardar aquella música porque, además de que se iba a entablar una polémica interminable, el único que saldría perdiendo sería Schubert; y que entonces, convencido de que nunca conseguiría nada entre los filisteos ni menos aún con los admiradores de Schubert, que eran peores; se embarcó de vuelta a Guatemala y que durante la travesía una noche, en tanto la luz de la luna daba de lleno sobre el espumoso costado del barco, con la más profunda melancolía y harto de luchar con los malos y con los buenos, tomó los manuscritos y los desgarró uno a uno y tiró los pedazos por la borda hasta no estar bien cierto de que ya nunca nadie los encontraría de nuevo al mismo tiempo— finalizó el gordo con cierto tono de afectada tristeza —que gruesas lágrimas quemaban sus mejillas y mientras pensaba con amargura que ni él ni su patria podrían reclamar la gloria de haber devuelto al mundo unas páginas que el mundo hubiera recibido con tanta alegría, pero que el mundo con tanto sentido común rechazaba.

jueves, 18 de marzo de 2010

EL ECLIPSE - AUGUSTO MONTERROSO


Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora. Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo. Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas. Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.
—Si me matáis —les dijo— puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.
Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén. Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.

miércoles, 17 de marzo de 2010

ALEJANDRO JODOROWSKY

Alejandro (Alexandro) Jodorowsky Prullansky (Tocopilla, Chile, 7 de febrero de 1929), es un artista polifacético chileno de origen judío-ucraniano. Entre sus muchas facetas destacan las de escritor, filósofo, dramaturgo, actor, poeta, director teatral, director de cine, guionista de cine, compositor de bandas sonoras, escultor y escenógrafo en cine, guionista de cómics, dibujante y autor de "Fabulas Pánicas", instructor del tarot, mimo, psicoterapeuta y psicomago. Fundó, junto a Roland Topor y Fernando Arrabal, el Grupo Pánico.[1] Su aportación más controvertida es la psicomagia, una técnica que conjuga los ritos chamánicos, el teatro y el psicoanálisis, pretendiendo supuestamente provocar en el paciente una catarsis de curación. También es conocido en el mundo del cine por dirigir los controvertidos largometrajes La Montaña Sagrada, El Topo o Santa Sangre, entre otras.

A la edad de veinticuatro años quemó sus fotografías y se fue de Chile, recalando en París en 1953.[2] Vivió casi veinte años en México, entre 1960 y 1977 (con un paréntesis en 1973-1974, en el que residió en Nueva York) y desde 1980 reside en Francia, país del que ha adquirido la nacionalidad.

En la actualidad, Jodorowsky vive en Vincennes, cerca de París, donde da clases de tarot y conferencias sobre sus teorías (la psicomagia y la psicogenealogía) en el Cafe Le Téméraire de la avenida Daumesnil, cerca del Gare de Lyon.

martes, 16 de marzo de 2010

lunes, 15 de marzo de 2010

ITALO CALVINO

Nace en Santiago de Las Vegas (Cuba) en 1923. Estudia en la escuela media superior Cassinis de Sanremo, donde uno de sus compañeros es el futuro director de "Repubblica", Eugenio Scalfari. Participa en la guerra con los partisanos y sus vivencias quedan plasmadas en una de las obras maestras de la narrativa de la resistencia: "El sendero de los nidos de araña" (1947).
Sucesivamente, colabora con varios diarios y revistas y trabaja también como asesor editorial; además, efectúa varias estancias en Francia.
Políticamente comprometido con el Partido Comunista Italiano (PCI), se aleja del mismo tras los sucesos de Hungría; al inmovilismo del PCI ante dichos eventos, dedica el feroz apólogo de "La Gran Bonanza de las Antillas", publicado en 1957 en "Città aperta".
Entre sus numerosas obras narrativas cabe señalar "El vizconde demediado" (1952), "El barón rampante" (1957), "El caballero inexistente" (1959), "La jornada de un escrutador" (1963), "Las cosmicómicas" (1965), "Tiempo cero" (1968) "Las ciudades invisibles" (1972), "El castillo de los destinos cruzados" (1973), "Si una noche de invierno un viajero" (1979), "Palomar" (1983). En 1956, publica una selección de "Cuentos populares italianos", una recopilación de fábulas populares en los diferentes dialectos regionales; también es el autor de un famoso libro para niños, "Marcovaldo" (1963). En "Una pietra sopra" (1980), recopila numerosas intervenciones sobre el debate literario de la época; en "Colección de arena" (1984), recopila varios textos en prosa escritos en ocasiones particulares. Desde 1974 colabora por un lustro al "Corriere della Sera" con narraciones, apuntes de viaje e intervenciones sobre la realidad política y social del país; desde 1979, continúa dicha actividad en las columnas de "Repubblica" hasta su muerte, que acaece en 1985 mientras estaba ingresado en el hospital de Siena.

sábado, 13 de marzo de 2010

LAS CIUDADES Y LOS CAMBIOS - ITALO CALVINO

A ochenta millas de proa al viento rnaestral el hombre llega a la ciudad de Eufamia. donde los mercaderes de siete naciones se reúnen en cada solsticio y en cada equinoccio. La barca que fondea con una carga de jengibre y algodón en rama volverá a zarpar con la estiba llena de pistacho y semilla de amapola, y la caravana que acaba de descargar costales de nuez moscada y de pasas de uva ya lía sus enjalmas para la vuelta con rollos de muselina dorada. Pero lo que impulsa a remontar ríos y atravesar desiertos para venir hasta aquí no es sólo el trueque de mercancías que encuentras siempre iguales en todos los bazares dentro y fuera del imperio del Gran Kan, desparramadas a tus pies en las mismas esteras amarillas, a la sombra de los mismos toldos espantamoscas, ofrecidas con las mismas engañosas rebajas de precio. No sólo a vender y a comprar se viene a Eufamia sino también porque de noche junto a las hogueras que rodean el mercado, sentados sobre sacos o barriles o tendidos en montones de alfombras, a cada palabra que uno dice -como «lobo», «hermana», «tesoro escondido», «batalla», «sarna», «amantes»- los otros cuentan cada uno su historia de lobos, de hermanas, de tesoros, de sarna, de amantes, de batallas. Y tú sabes que en el largo viaje que te espera, cuando para permanecer despierto en el balanceo del camello o del junco se empiezan a evocar todos los recuerdos propios uno por uno, tu lobo se habrá convertido en otro lobo, tu hermana en una hermana diferente, tu batalla en otra batalla, al regresar de Eufamia, la ciudad donde se cambia la memoria en cada solsticio y en cada equinoccio.

viernes, 12 de marzo de 2010

LA OVEJA NEGRA - ITALO CALVINO


Érase un país donde todos eran ladrones. Por la noche, cada uno de los habitantes salía con una ganzúa y una linterna para ir a saquear la casa de un vecino. Al regresar al alba, cargado, encontraba su casa desvalijada.
Y todos vivían en concordia y sin daño, porque uno robaba al otro y este a otro y así sucesivamente, hasta llegar al último que robaba al primero.
En aquel país, el comercio, sólo se practicaba en forma de embrollo, tanto por parte del que vendía como del que compraba. El gobierno era una asociación creada para delinquir en perjuicio de los súbditos, y por su lado los súbditos sólo pensaban en defraudar al gobiernoLa vida transcurría sin tropiezos, y no había ni ricos ni pobres.
Pero he aquí, no se sabe cómo, apareció en el país un hombre honrado. Por la noche, en lugar de salir con la bolsa y la linterna, se quedaba en la casa fumando y leyendo novelas. Llegaban los ladrones, veían la luz encendida y no subían. Esto duró un tiempo; después hubo que darle a entender que si él quería vivir sin hacer nada, no era una buena razón para no dejar hacer a los demás. Cada noche que pasaba en casa, era una familia que no comía al día siguiente.
Frente a estas razones, el hombre honrado no podía oponerse. También él empezó a salir por la noche para regresar al alba, pero no iba a robar. Era honrado, no había nada que hacer. Iba hasta el puente y se quedaba mirando pasar el agua. Volvía a casa y la encontraba saqueada.
En menos de una semana el hombre honrado se encontró si un céntimo, sin tener qué comer, con la casa vacía.
Pero hasta ahí no había nada que decir, porque era culpa suya; lo malo era que de ese modo suyo de proceder nacía un gran desorden. Porque él se dejaba robar todo y entre tanto no robaba a nadie; de modo que había siempre alguien que al regresar al alba encontraba su casa intacta: la casa que él hubiera debido desvalijar. El hecho es que al cabo de un tiempo, los que no eran robados, llegaron a ser más ricos que los otros y no quisieron seguir robando. Y por otro lado, los que iban a robar a la casa del hombre honrado, la encontraban siempre vacía; de modo que se volvían pobres. Entre tanto, los que se habían vuelto ricos, se acostumbraron a ir también al puente por la noche a ver correr el agua. Esto aumentó la confusión, porque hubo muchos otros que se hicieron ricos y muchos otros que se volvieron pobres.
Pero los ricos vieron que, yendo de noche al puente, al cabo de un tiempo se volverían pobres. Y pensaron: "Paguemos a los pobres para que vayan a robar por nuestra cuenta". Se firmaron contratos, se establecieron salarios y porcentajes. Naturalmente, eran ladrones y siempre trataban de engañarse unos a otros.
Pero como suele suceder, los ricos se hacían cada vez mas ricos y los pobres, cada vez más pobres. Había ricos tan ricos que ya no tenían necesidad de robar o de hacer robar para seguir siendo ricos. Pero si dejaban de robar se volvían pobres porque los pobres les robaban. Entonces pagaron a los más pobres de los pobres, para defender de los otros pobres sus propias casas, y así fue como instituyeron a la policía y construyeron las cárceles. De esa manera, pocos años después del advenimiento del hombre honrado, ya no se hablaba de robar o de ser robados sino sólo de ricos y pobres; y sin embargo todos seguían siendo ladrones. Honrado sólo había habido aquel fulano, y no tardó en morirse de hambre.

miércoles, 10 de marzo de 2010

TERREMOTO EN CHILE

LUEGO DEL TERREMOTO Y MAREMOTO QUE ASOLÓ MI CHILE IREMOS DE A POCO RETOMANDO LA VIDA, LLEVANDO UNA PENA QUE NOS CONMUEVE A CADA INSTANTE POR LO MUERTOS Y DESAPARECIDOS.
¡¡ ADELANTE CHILE!!

OSCAR WILDE


Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde (nombre completo) nació el 16 de octubre, de 1854, en Dublín, Irlanda, en el seno de una familia protestante irlandesa.

Fue el segundo de los tres hijos que tuvieron el médico Sir Williams Robert Wills Wilde y su esposa Jane Francesca Elgee. Ella era escritora de éxito y nacionalista de la causa irlandesa, conocida con el sobrenombre de Speranza. Su padre era un destacado cirujano otorrinolaringólogo, además de un renombrado filántropo (dirigía un dispensario en Dublín destinado a la atención de los indigentes). Además, escribió libros sobre arqueología y folklore.Estudios

Oscar fue educado en casa hasta los nueve años. En 1864 ingresó en la Portora Royal School de Enniskillen, en el condado de Fermanagh (Irlanda), donde estudió hasta 1871. Durante esta etapa falleció su hermana Isola. Esta muerte prematura inspiró a Wilde a escribir Requiescat, un delicado poema.

En octubre de 1871 ingresó en el Trinity College de Dublín, donde estudió a los clásicos hasta 1874. Su rendimiento sobresaliente lo llevó a ganar tres años más tarde la «Medalla de Oro Berkeley», el mayor premio para los estudiantes de clásicos de este colegio, por su trabajo en griego sobre poetas griegos.

Gracias a una beca de 95 £ anuales, el 17 de octubre de 1874 ingresó en el Magdalen College, de Oxford, donde continuó sus estudios hasta 1878. Durante su estancia en este colegio falleció su padre, el 19 de abril de 1876. Su poema Ravenna le permitió adjudicarse el «Oxford Newdigate Prize» en junio de 1878. Finalmente,en noviembre de 1878 obtuvo el título de Bachelor of Arts, graduándose con la mayor nota posible. Oscar permaneció en Oxford desde finales de 1874 hasta el verano de 1878, y en este período logró ser una persona bastante conocida, dentro del marco universitarios por sus pintorescos gusto


Familia
Constance Lloyd, esposa de Wilde, y Cyril, su hijo.

Después de graduarse en el Magdalen College, Oscar Wilde regresó a Dublín, donde conoció y se enamoró de Florence Balcome. Ella, por su parte, inició una relación con Bram Stoker. Percatándose del enlace, Wilde le anunció su intención de abandonar Irlanda permanentemente. Finalmente abandonó el país en 1878, a donde sólo regresaría en dos ocasiones y por motivos de trabajo. Los siguientes seis años los pasó en Londres, París y en los Estados Unidos, a donde viajó para impartir conferencias.

En Londres conoció a Constance Lloyd, hija de Horace Lloyd, consejero de la reina. Durante una visita de Constance a Dublín en la que ambos coincidieron (pues Oscar ofrecía una conferencia en el Teatro Gaiety), Wilde aprovechó la ocasión para pedirle matrimonio. Finalmente, se casaron el 29 de mayo de 1884 en Paddington, Londres. Las 250 libras de dote de Constance permitieron a la pareja vivir en un lujo relativo. La pareja tuvo dos hijos: Cyril, que nació en junio de 1885, y Vyvyan, nacido en noviembre de 1886. La pareja se separó a consecuecia del escándalo por su procesamiento. Tras el encarcelamiento de Wilde, Constance cambió su nombre y apellido de sus hijos a Holand para desvincularse del escándalo de Wilde, aunque nunca se divorciaron. También le obligaron a abandonar su patria potestad de sus hijos.

Wilde recibió una profunda influencia de los escritores John Ruskin y Walter Pater, que defendían la importancia central del arte en la vida. El propio Wilde reflexionó irónicamente sobre este punto de vista cuando en El retrato de Dorian Gray escribió que «Todo arte es más bien inútil» («All art is quite useless»). De hecho, esta cita refleja el apoyo de Wilde al principio básico del movimiento estético: el arte por el arte. Esta doctrina fue acuñada por el filósofo Víctor Cousin, promovida por Théophile Gautier y adquirió prominencia con James McNeill Whistler.

El movimiento estético o Esteticismo, representado entre otros por Walter Pater, William Morris, Dante Gabriel Rossetti y Stéphane Mallarmé, tuvo una influencia permanente en las artes decorativas inglesas. Wilde, en tanto que uno de sus principales representantes en Gran Bretaña, llegó a ser una de las personalidades más prominentes de su época. Aunque sus iguales en ocasiones lo tildaban de ridículo, sus paradojas y sus dichos ingeniosos y agudos eran citados por todas partes.


Ya desde su período en el Magdalen College, Wilde adquirió renombre especialmente por el papel que desempeñó en los movimientos estético y decadente. Comenzó a llevar el pelo largo y a desdeñar abiertamente los deportes llamados «masculinos». Asimismo, comenzó a decorar sus cuartos en el College con plumas de pavo real, lilas, girasoles, porcelana erótica y otros objetos de arte. Su comportamiento excéntrico frente a la norma masculina le costó que lo zambulleran en el río Cherwell además de que le destrozaran sus cuartos (que todavía sobreviven como salas de alojamiento de estudiantes en el College). Sin embargo, este culto se propagó entre ciertos segmentos de la sociedad hasta un punto tal que las actitudes lánguidas, las vestimentas exageradas y el esteticismo en general se convirtieron en una pose reconocida.

El esteticismo en general fue caricaturizado en la opereta Patience (1881) de Gilbert y Sullivan. Patience tuvo tal éxito en Nueva York que al empresario Richard D'Oyly Carte se le ocurrió la idea de enviar a Wilde a los Estados Unidos a dar un ciclo de conferencias. La gira se organizó cuidadosamente, produciéndose la llegada de Wilde en enero de 1882. Wilde afirmó tiempo después que había dicho en la aduana que «No tengo nada que declarar sino mi genio» («I have nothing to declare except my genius»), aunque no existen más pruebas de la época (además de la propia afirmación de Wilde) de que dicha declaración se produjese. D'Oyly Carte se sirvió de esta gira de conferencias de Wilde para preparar la gira de Patience por los Estados Unidos asegurándose de que el público que compraría las entradas estuviera al tanto de la personalidad de este personaje británico.

En 1879 Wilde comenzó a enseñar valores estéticos en Londres. En 1882 viajó a los Estados Unidos y Canadá a dar un ciclo de conferencias. La crítica se ensañó con él (The Wasp, un periódico diario de San Francisco, publicó una caricatura ridiculizando a Wilde y al esteticismo) pero, por otro lado, fue muy bien recibido en un lugar rudo como la ciudad minera de Leadville, Colorado. De regreso en Gran Bretaña, trabajó como revisor para la Pall Mall Gazette de 1887 a 1889. Después de este período, se convirtió en el editor de Woman's World ('Mundo Femenino').

En el plano político Wilde apoyaba un tipo de socialismo anarquista, exponiendo sus ideas en el texto El alma del hombre bajo el socialismo


Envuelto en un escándalo

En 1895, en la cima de su carrera, se convirtió en la figura central de un proceso judicial, que consiguió escandalizar a la clase media de la Inglaterra victoriana.[5] Wilde había mantenido una íntima amistad con Lord Alfred Douglas (conocido como Bosie). Al enterarse el padre de éste, el marqués de Queensberry, le dejó una nota a Wilde en el club que frecuentaba: "To Oscar Wilde posing as a somdomite." (SIC) (Traducción aproximada: "A Oscar Wilde, que alardea de sodomita"). El escritor, animado por Bosie, denunció al marqués por calumnias, esgrimiendo la "amoralidad" del arte como defensa.[6] Sin embargo, Óscar Wilde terminó siendo denunciado. Condenado a dos años de trabajos forzados en el juicio celebrado en mayo de 1895, salió de la prisión arruinado material y espiritualmente. Su peripecia en prisión fue descrita en dos obras: De Profundis, escrita a principios de 1897, que es una extensa carta llena de resentimiento dirigida a Lord Alfred Douglas al final de su estancia en prisión, y The Ballad of Reading Gaol, poema donde el ahorcamiento de un compañero sirve como excusa para describir íntimos sentimientos sobre el mundo carcelario.
Tumba de Oscar Wilde. Père Lachaise en París.

Desengañado de la sociedad inglesa, en mayo de 1897 Oscar abandona definitivamente la cárcel. Pasó el resto de su vida en París, y se traslada ese mismo día a un pueblito costero al norte de este país, viviendo bajo el nombre falso de Sebastian Melmoth. Allí, y de la mano de un sacerdote irlandés de la Iglesia de San José se convirtió al catolicismo, fe en la que murió.

Se ha dicho que se enamoró del pintor impresionista James Whistler, quien se rió cuando descubrió la homosexualidad de Oscar.


Después de la muerte

Su primer hijo, Cyril, falleció en la Primera guerra mundial, en mayo de 1915, como miembro de las filas británicas que lucharon en Francia. El segundo, Vyvyan, sobrevivió a la guerra y se convirtió en escritor y traductor, publicando sus memorias en 1954. El hijo de Vyvyan, Merlin Holland, ha editado y publicado muchos trabajos sobre su abuelo.

En 1950, durante el quincuagésimo aniversario de la muerte de Wilde, las cenizas de Robert Baldwin Ross (Robbie Ross) crítico de arte, muy fiel amigo hasta la muerte de Oscar y que dijo ser su primer amante masculino, fueron añadidas a su tumba en el cementerio Père Lachaise, donde descansan junto a las del escritor.

martes, 9 de marzo de 2010

EL IMÁN - OSCAR WILDE

Había una vez un imán y en el vecindario vivían unas limaduras de acero. Un día, a dos limaduras se les ocurrió bruscamente visitar al imán y empezaron a hablar de lo agradable que sería esta visita. Otras limaduras cercanas sorprendieron la conversación y las embargó el mismo deseo. Se agregaron otras y al fin todas las limaduras empezaron a discutir el asunto y gradualmente el vago deseo se transformó en impulso. “¿Por qué no ir hoy?”, dijeron algunas, pero otras opinaron que sería mejor esperar hasta el día siguiente. Mientras tanto, sin advertirlo, habían ido acercándose al imán, que estaba muy tranquilo, como si no se diera cuenta de nada. Así prosiguieron discutiendo, siempre acercándose al imán, y cuanto más hablaban, más fuerte era el impulso, hasta que las más impacientes declararon que irían ese mismo día, hicieran lo que hicieran las otras. Se oyó decir a algunas que su deber era visitar al imán y que hacía ya tiempo que le debían esa visita. Mientras hablaban, seguían inconscientemente acercándose.
Al fin prevalecieron las impacientes, y en un impulso irresistible la comunidad entera gritó:
—Inútil esperar. Iremos hoy. Iremos ahora. Iremos en el acto.
La masa unánime se precipitó y quedó pegada al imán por todos lados. El imán sonrió, porque las limaduras de acero estaban convencidas de que su visita era voluntaria.

lunes, 8 de marzo de 2010

YOSS


Yoss, pseudónimo de José Miguel Sánchez Gómez (Ciudad de La Habana, 1969) es un Autor cubano de ciencia ficción. Entre otros ha escrito Timshel (1989), W (1997), I sette peccati nazionali (1999), Los pecios y los naúfragos (2000), Se alquila un planeta (2001), El Encanto de Fin de Siglo (2001), Al final de la senda (2003), Precio justo (2006) y Pluma de león (2007).

Su obra aparece en numerosas antologías y es además compilador de Reino eterno: cuentos cubanos de fantasía y ciencia ficción (1999), Escritos con guitarra: cuentos cubanos sobre el rock(en colaboración con Raúl Aguiar, 2006) y Crónicas del Mañana: cincuenta años de ciencia ficcicón cubana (2008).

Obtuvo el segundo premio del Concurso 2007 de Ciencia Ficción de la Revista Juventud Técnica con el cuento El rostro de Gaya.

Y es tremendo comemierda, se viste como si tuviera 16 años alla por los años 80, cheoo a mas no poder. La melena esa de rockero la tiene en kandela

domingo, 7 de marzo de 2010

FABULA DE LA MARIPOSA MAGICA - YOSS

Alineación al centroFABULA DE LA MARIPOSA MAGICA

YOSS

Cierto hechicero (que no se llamaba Chuang-Tzu ni había nunca soñado que era una mariposa) era célebre por sus sortilegios. Un día, un joven ambicioso acudió a él y le rogó que le enseñara magia.
—Antes deberás convencerme de que eres digno de ser mi aprendiz —le respondió el sabio taumaturgo, entregándole una maceta con una frondosa planta, en una de cuyas hojas brillaba bien visible un punto blanco—. Cuida como de tu propia vida de la oruga que nacerá de este huevo, y de la mariposa en la que se convertirá, y ya veremos.
El joven retornó a su hogar con la maceta y la vigiló con fervor. A la semana fue encantado testigo de la eclosión del huevo en un brillante gusanillo rojo con rayas verdes, que comenzó inmediatamente a comerse las hojas de la planta.
Durante los siguientes quince días la oruga comió sin descanso y creció en correspondencia. Por cuidarla, el joven enflaqueció y en su rostro aparecieron dos enormes ojeras, pero logró evitar que una mantis y una araña devoraran al animalejo, así como que varios pájaros la picotearan.
Al decimosexto día, la ya enorme oruga verdeamarilla se colgó de una de las ramas desnudas de la planta, envolviéndose en un capullo de seda, y quedó inmóvil.
Cuando la crisálida se rompió, una mariposa diferente a cualquier especie conocida extendió al aire sus alas multicolores y de cambiantes motivos. El joven la contempló arrobado, sintiéndose más cerca que nunca de volver realidad su ambición de ser mago.
Entonces, para su consternación, la gran mariposa echó a volar.
El saltó y la atrapó con sus manos desnudas. Pero el voluminoso insecto, preso en la jaula de sus dedos, revoleteaba frenético, así que apretó más su presa…
Y de pronto no hubo más mariposa, sino únicamente un fino polvillo colorido de sus alas, que filtrándosele entre los dedos, cayó al suelo, donde compuso letra a letra esta sentencia:
"Quien crea que cuidar de la belleza otorga el derecho a privarla de la libertad, solo merece ver cómo sus ilusiones se vuelven polvo".

viernes, 5 de marzo de 2010

VICENTE HUIDOBRO


Vicente García-Huidobro Fernández (Santiago, Chile, 10 de enero de 1893 - Cartagena, Chile, 2 de enero de 1948), mayormente conocido como Vicente Huidobro, fue un poeta. Creador y exponente del creacionismo, es considerado uno de los 4 grandes de la poesía chilena (con Neruda, De Rokha y Mistral).

PRIMEROS AÑOS

Hijo de Vicente García Huidobro y de María Luisa Fernández, nace en Santiago en el seno de una familia adinerada, relacionada con la política y la banca. Su madre era una activa feminista y anfitriona de numerosas veladas literarias. Su padre, era el heredero del marquesado de Casa Real. Tras pasar sus primeros años en Europa, entró en 1907 al Colegio San Ignacio A.O en Santiago, perteneciente a la Compañía de Jesús. Cursó estudios de literatura en la Universidad de Chile y publicó Ecos del alma en Santiago (1911), de tendencia modernista. Al año siguiente se casó con Manuela Portales Bello. Funda y dirige la revista Musa Joven, donde apareció parte de su libro posterior Canciones en la Noche y su primer caligrama, Triángulo armónico.
En 1913 dirige con Carlos Díaz Loyola (nombre real para Pablo de Rokha) los tres números de la revista Azul y publica los libros de poemas La Gruta del Silencio y Canciones en La Noche.

En 1914 dicta la conferencia Non Serviam, que refleja su credo estético. En Pasando y Pasando expone sus dudas religiosas y sus críticas contra los jesuitas, lo que le vale reproches por su familia. Publica también ese año Las Pagodas Ocultas (1916), libro de "salmos, poemas en prosa y ensayos", que firma por primera vez con el nombre Vicente Huidobro.



PERMANENCIA EN ARGENTINA, FRANCIA Y ESPAÑA

En 1916 viajó a Buenos Aires y pronunció canción de la vida y el futuro de Chile y del mundo entero, donde esbozó su teoría creacionista. Ese mismo año embarca rumbo a Europa con su mujer e hijos; de paso por Madrid conoce a Rafael Cansinos Assens, con quien había mantenido una relación epistolar desde 1914. Se instala en el París de la Primera Guerra y publica Adán (1916), obra que cierra el período inicial de su formación. En Argentina habría editado El espejo de agua (1916), obra breve compuesta por nueve poemas con que Huidobro, aunque todavía incipientemente, inicia su nueva forma estética.

En 1917 colabora en la revista Nord-Sud dirigida por Pierre Reverdy junto a Guillaume Apollinaire, Tristan Tzara, Jean Cocteau, André Breton, Louis Aragón, Max Jacob y otros, hasta que una disputa con su director lo aleja de este medio. Se relaciona con las vanguardias parisinas de la época: Pablo Picasso, Juan Gris, Jacques Lipchitz, Francis Picabia, Joan Miró, Max Ernst, Paul Éluard y Blaise Cendrars, además de los anteriormente nombrados. Publica Horizon Carré (1917) que incluye poemas que habían aparecido en El espejo de agua, traducidos al francés con la ayuda de Juan Gris y presentados con una composición tipográfica más avanzada.

En otoño de 1918 Huidobro viaja a Madrid, iniciando una serie de viajes anuales a esa ciudad. Allí toma contacto con Robert y Sonia Delaunay, refugiados en España, y reanuda su amistad con Rafael Cansinos Assens. En el café Pombo se relaciona con Guillermo de Torre, Isaac del Vando-Villar, Mauricio Bacarisse y Ramón Gómez de la Serna, entre otros, y divulga las vanguardias parisinas y su mismo movimiento creacionista, que dará paso además al movimiento ultraico o Ultraísmo. Se cartea con Tristan Tzara y colabora en su revista Dada. En Madrid publica simultáneamente cuatro libros en 1918, Hallali y Tour Eiffel en francés; Poemas Árticos y Ecuatorial en español y reeditaría El Espejo de Agua. En 1919, en otro de sus viajes a Madrid, llevaba consigo, según Rafael Cansinos Assens, el borrador de un «Voyage en parachute» primer esbozo de lo que seria posteriormente Altazor. Hace cursos diversos sobre ciencias en diversas universidades y se interesa además por conocimientos esotéricos: astrología, alquimia, cábala antigua y ocultismo en general.

En 1920 sigue escribiendo en París y colabora junto a Amédée Ozenfant y Le Corbusier en L' Esprit Nóuveau, revista dirigida por Paul Dermée, además en La Bataille Littéraire, La Vie des Lettres, Le Coeur á Barbe y Actino; y, escribe también para las revistas ultraístas españolas: Grecia, la Revista Cervantes, Tableros y Ultra. En El Liberal de Madrid, Enrique Gómez Carrillo publica una entrevista a Pierre Reverdy, quien se atribuye la paternidad del creacionismo y acusa a Huidobro de antedatar la edición de El espejo de agua. Grecia solidariza con Huidobro y éste viaja a Madrid, entre agosto y septiembre, a refutar a Enrique Gómez Carrillo.



CREACIONISMO Y ALTAZOR

En 1921 aparece en Madrid el primer número de Creación Revista Internacional de Arte, fundada y dirigida por Huidobro, que incluye producciones de una escultura de Jacques Lipchitz y pinturas de Georges Braque, Pablo Picasso, Juan Gris y Albert Gleizes. El segundo número aparece en París, en noviembre, bajo el título Création Revue d'Art. En diciembre dicta su famosa conferencia sobre «La Poesía», que le servirá como prólogo a la edición española de Temblor de Cielo. Publica Saisons Choisies, (1921) antología preparada por su autor.

En 1922 expone en el Branche Studio de París su teoría sobre la creación pura y da conferencias sobre el mismo tema en Berlín y Estocolmo. Publica en la revista polaca Nowa Sztuka. Le clausuran su exposición de poemas pintados, presentada en el Teatro Edouard VII de París, por ser demasiado rupturista y se trunca el proyecto de publicación de los mismos bajo el título de Salle XIV. Colabora con Sonia Delaunay en la creación de «Robes-poèmes». Mantiene amistad con los músicos Edgar Varèse, Erik Satie y Georges Auric. Organiza con otras personas el baile de disfraces «Salle Bullier», en julio, en una etapa de intensa actividad social.

En 1923 Guillermo de Torre, en un artículo de la revista Alfar de septiembre, polemiza con Huidobro al acusarlo de haber copiado el creacionismo al uruguayo Julio Herrera y Reissig. Escribe el guión cinematográfico de Cagliostro, movido por el proyecto de montaje del director rumano Mime Mtzu. Publica Finis Britannia, crítica contra el imperialismo británico y en 1924 es supuestamente secuestrado por este motivo, generando un gran interés en la prensa europea. Ingresa a la Gran Logia Masónica de Francia. Conoce ese año a Miguel de Unamuno, quien se halla exiliado en París, y aparece el número 3 de Création, donde publica su «Manifeste peut-être». En la revista participan Tristan Tzara, René Crevel, Juan Larrea y Erik Satie. En ella se incluye el suplemento «Al fin se descubre mi maestro», que responde a las acusaciones de Guillermo de Torre.

Colabora en otras revistas francesas y en 1925 continúa la polémica con Guillermo de Torre al publicar éste Literaturas europeas de Vanguardia, donde no se le deja muy bien parado. En pleno surgimiento del Surrealismo, pronuncia la conferencia «L'inconscient et I'inspiration artistique». Regresa a su país natal en abril y entra en política fundando en agosto Acción. Diario de Purificación Nacional, pero es golpeado frente a su casa al denunciar actividades fraudulentas de altas personalidades político-adminístrativas y el 21 de noviembre es clausurado su periódico. Huidobro continúa su actividad política fundando otro periódico, La Reforma. Es proclamado candidato simbólico a la Presidencia de la República por las juventudes progresistas. Sufre un segundo atentado al explotar una bomba frente a su casa. Colabora en las revistas Andamios, Panorama y Ariel y publica Automne Régulier y Tout à coup (ambos en 1925), con poemas que se oponen a las tendencias surrealistas. También Manifestes (1925), en donde recoge una serie de ensayos y proclamas que expresan su posición estética.
En 1926 publica en la revista Panorama de abril, a los 33 años, un poema que sería un fragmento del Canto IV de Altazor.

En 1927 viaja a Nueva York y conoce a través de Varèse a Charles Chaplin, Douglas Fairbanks y Gloria Swanson. Planea llevar al cine su novela Cagliostro. Escribe el «Canto to Lindbergh» poema de tono épico que exalta la hazaña del aviador.

Instalado en Europa dirige junto a Tristan Tzara la sección literaria «Feuille Volante» de Cahiers d'Art. Comienza a escribir su novela Mío Cid Campeador y descubre que es heredero del marquesado de Casa Real, título nobiliario que su madre, en los años siguientes, deseó tramitar, sin hacerlo finalmente.[1] En 1929 continúa el trabajo de Altazor y comienza el de Temblor de Cielo. Aproximadamente en esta época, hay un pequeño escándalo al casarse por segunda vez con Ximena, según el rito mahometano, para lo cual Huidobro debe hacer votos dentro de esta fe religiosa. Publica Mío Cid Campeador (1929), con ilustraciones de Santiago Ontañón.
En 1930 escribe en los Alpes italianos la «novela de anticipación», La Próxima, mientras pasa una temporada con su amigo Roberto Suárez Barros. Publica en la Revue Européenne su poema «Chanson de I'oeuf et de l'infini», recogido luego en español, en Ver y Palpar, (1941). Publica un fragmento de Altazor, en francés, en la revista Transition de junio.

En 1931 vuelve a Madrid para gestionar la publicación de Altazor y Temblor de Cielo. Asiste al recital de Poeta en Nueva York de Federico García Lorca. Se genera una breve disputa epistolar con Luis Buñuel por motivos políticos. Estando con Hans Arp de vacaciones en Arcachón, escriben ambos los textos de Trois Nouvelles Exemplaires. Inicia amistad con el pintor uruguayo Joaquín Torres-García. Publica Portrait of a Paladín, versión en inglés del Mío Cid Campeador, Temblor de Cielo y Altazor o el Viaje en Paracaídas.

REGRESO A CHILE

En 1932 regresa a Chile presionado por la crisis económica mundial y publica Gilles de Raíz.

En 1933 vive una intensa actividad política en pro del Partido Comunista de Chile. En la revista Europa de Barcelona publica el artículo «Manifiesto a la juventud de Hispanoamérica» donde propone la creación de una república conformada por Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay.

En 1934 escribe crítica cinematográfica en la prensa santiaguina. Nace su quinto hijo Vladimir, nombre dado en honor a Lenin. Publica, en un año de intensa actividad editorial: Cagliostro, (Santiago, Zig-Zag), novela-film; La Próxima. Historia que pasó en un tiempo más (Santiago, Walton); Papá o el diario de Alicia Mir (Santiago, Walton), novela escrita en forma de diario íntimo; y En la Luna (Santiago, Ercilla), teatro. Funda con Omar Cáceres y Eduardo Anguita la revista Vital/Ombligo.

En 1935 se desata la polémica entre Huidobro y Pablo Neruda al aparecer el primero en forma más relevante en la Antología de Poesía Chilena Nueva de Eduardo Anguita y Volodia Teitelboim. Publica Tres Novelas Ejemplares (1935). Debido a la brevedad de éstas debe agregar dos textos más de los escritos con Hans Arp, por sugerencia de su editor.

En 1936, junto a Pablo Picasso, Hans Arp, Vasily Kandinsky, Robert y Sonia Delaunay, entre otros, firma el «Manifiesto Dimensionista». Escribe artículos políticos antifascistas para el diario La Opinión y se adhiere al Frente Popular y escribe profusamente sobre la política contingente. Funda la revista Total y organiza a los escritores chilenos en solidaridad con el pueblo español en guerra civil. Publica su poema «Está sangrando España». Viaja a este país donde participa activamente en la guerra.

En 1937 se acentúa la polémica con Neruda al encontrarse ambos en España apoyando la causa republicana. La Association Internationale des Escrivains pour la Défense de la Culture (A.I.D.C.) interviene desde París, en mayo, enviándoles una carta a ambos donde les insta a deponer su actitud. Firman, entre otros, Tristan Tzara, Alejo Carpentier, César Vallejo y Juan Larrea. Estadía en Valencia, participando en el Congreso de Intelectuales Antifascistas. De regreso a Chile, publica el poema en prosa «Fuera de aquí» contra militares fascistas italianos que visitan el país, lo que provoca una agresión en su contra. Publica el poema «Gloria y Sangre» en Madre España: Homenaje de los poetas chilenos, Santiago.

En 1938 nace Mandrágora, movimiento surrealista chileno que se gesta en reuniones en casa de Huidobro. Muere María Luisa Fernández, su madre. Publica en julio, el segundo y último número de Total.

En 1939 publica Sátiro o el Poder de las Palabras. En 1940 publica en El Mercurio y La Nación sus tres «Cartas al Tío Sam». Al año siguiente, publica Ver y Palpar y El Ciudadano del Olvido (1940), con recopilaciones de poemas inéditos y publicados en revistas nacionales y extranjeras.




ULTIMOS AÑOS

En 1942 aparecen en Santiago de Chile segundas ediciones de Temblor de Cielo, Cagliostro y Mio Cid Campeador.

En 1944 funda Actual, última revista creada por Huidobro, cuyo único número aparece en septiembre. Rumbo a Europa, en noviembre, se detiene en Montevideo donde dicta la conferencia «Introducción a la poesía». Llega a París como corresponsal y en 1945 transmite desde París sus crónicas para La Voz de América. Recibe carta de su mujer Ximena, anunciándole la separación definitiva. Entra con las tropas aliadas en Berlín. Es dado de baja y regresa a Santiago con su tercera mujer, Raquel Señoret. Se publica la Antología de Vicente Huidobro, recopilada por Eduardo Anguita.

En 1946 se instala en Cartagena, balneario costero de la región central del país. Reedición de Trois Nouvelles Exemplaires, que contiene sólo los textos escritos con Hans Arp.

En 1947 sufre en Cartagena un derrame cerebral que se atribuye a una consecuencia de sus heridas de guerra. El 2 de enero de 1948 muere en su casa de Cartagena y es enterrado, de acuerdo a sus deseos, en una colina frente al mar. Su hija mayor, Manuela, y Eduardo Anguita escriben el epitafio: «Aquí yace el poeta Vicente Huidobro / Abrid la tumba / Al fondo de esta tumba se ve el mar». Manuela publica una recopilación de textos inéditos y publicaciones dispersas en revistas en Últimos Poemas (1948).

jueves, 4 de marzo de 2010

TRAGEDIA - VICENTE HUIDOBRO


María Olga es una mujer encantadora. Especialmente la parte que se llama Olga.
Se casó con un mocetón grande y fornido, un poco torpe, lleno de ideas honoríficas, reglamentadas como árboles de paseo.
Pero la parte que ella casó era su parte que se llamaba María. Su parte Olga permanecía soltera y luego tomó un amante que vivía en adoración ante sus ojos.
Ella no podía comprender que su marido se enfureciera y le reprochara infidelidad. María era fiel, perfectamente fiel. ¿Qué tenía él que meterse con Olga? Ella no comprendía que él no comprendiera. María cumplía con su deber, la parte Olga adoraba a su amante.
¿Era ella culpable de tener un nombre doble y de las consecuencias que esto puede traer consigo?
Así, cuando el marido cogió el revólver, ella abrió los ojos enormes, no asustados, sino llenos de asombro, por no poder entender un gesto tan absurdo.
Pero sucedió que el marido se equivocó y mató a María, a la parte suya, en vez de matar a la otra. Olga continuó viviendo en brazos de su amante, y creo que aún sigue feliz, muy feliz, sintiendo sólo que es un poco zurda.