lunes, 28 de enero de 2013

SERVICIO DE CORREOS - ORLANDO VAN BREDAM


SERVICIO DE CORREOS
Orlando van Bredam

Mi natural desconfianza del servicio de correos me llevó a probar la eficacia del sistema. Me envié cartas a mí mismo para saber si llegaban a tiempo. Nada más particular que la cara del cartero cuando descubría que el destinatario y el remitente eran la misma persona.
      En una oportunidad, el texto me resultaba extraño. Supuse que se trataba de una broma de los empleados o de mi vieja costumbre de pensar una cosa y escribir absolutamente lo contrario.
      Lo cierto es que nada me proporcionaba más placer que recibir mis propias cartas. Eso tenía sus ventajas; en primer lugar, nunca había sorpresas desagradables; en segundo lugar, eran líneas sinceras, nunca trataba de engañarme con adulaciones hipócritas, y tercero: en caso de que la carta se extraviara del correo a mi casa, no importaba, ya sabía de qué se trataba.

domingo, 20 de enero de 2013

EPIFANÍA 16 - JAMES JOYCE


EPIFANÍA 16

James Joyce


 Caen pequeños copos de niebla blanca. La senda que desciende me conduce a un oscuro estanque. Algo se mueve allí dentro; es una bestia ártica con un áspero pelaje amarillo. Le clavo mi bastón y mientras surge del agua veo que su espalda se inclina hacia su grupa y que sus movimientos son lentos. No tengo miedo, pero estoqueándola con mi bastón la hago moverse delante de mí. Mueve torpemente sus zarpas y murmura palabras en alguna lengua que no entiendo.

domingo, 13 de enero de 2013

LOS ESCLAVOS - JACQUES STERNBERG


LOS ESCLAVOS
Jacques  Sternberg
En el comienzo, Dios creó al gato a su imagen y semejanza. Y, desde luego, pensó que eso estaba bien. Porque, de hecho, estaba bien. Salvo que el gato era holgazán y no deseaba hacer nada. Entonces, más adelante, después de algunos milenios, Dios creó al hombre. Únicamente con el objeto de servir al gato, de darle al gato un esclavo para siempre. Al gato, Dios le había dado la indolencia y la lucidez; al hombre, le dio la neurosis, la habilidad manual y el amor por el trabajo. El hombre se dedicó de lleno a eso. Durante siglos construyó toda una civilización basada en la inventiva, la producción y el consumo intenso. Una civilización que, en suma, escondía un único propósito secreto: darle al gato cobijo y bienestar.
Es decir que el hombre inventó millones de objetos inútiles, y por lo general absurdos, sólo para producir los contados objetos indispensables para la comodidad del gato: el radiador, el almohadón, el tazón para la leche, el tacho con aserrín, el tapiz, la alfombra, la cesta para dormir y puede que incluso la radio, porque a los gatos les gusta mucho la música.
Sin embargo, los hombres ignoran esto. Porque lo desean así. Porque creen ser los bendecidos, los privilegiados. Tan perfectas son las cosas en el mundo de los gatos.



sábado, 5 de enero de 2013

DE Cuentos filo-sódicos - KOSTAS AXELOS

DE CUENTOS FILO-SÓDICOS 
KOSTAS AXELOS

Un estudiante alemán va una noche a un baile. En él descubre a una joven, muy bella, de cabellos muy oscuros, de tez muy pálida. En torno a su largo cuello, una delgada cinta negra, con un nudito. El estudiante baila toda la noche con ella. Al amanecer, la lleva a su buhardilla. Cuando comienza a desnudarla, la joven le dice, implorándole, que no le quite la cinta que lleva en torno al cuello. La tiene completamente desnuda en sus brazos con su cintila puesta. Se aman; y después se duermen. Cuando el estudiante se despierta el primero, mira, colocado sobre el almohadón blanco, el rostro dormido de la joven que sigue llevando su cinta negra en torno al cuello. Con gesto preciso deshace el nudo. Y la cabeza de la joven rueda por la tierra.

LA BUSQUEDA - KOSTAS AXELOS

La búsqueda (siempre errónea y errante incluso antes de ser planetaria)
KOSTAS AXELOS

Un hombre erró por el mundo durante toda su vida a la búsqueda de la piedra —filosofal— que convertiría en oro al metal más vulgar. Erraba por montes y valles, vestido con un sayal atado a su cuerpo por medio de un cinturón con una hebilla metálica. Cada vez que le parecía una piedra podía ser la piedra, la frotaba contra su hebilla y se veía obligado a tirarla. 
           Una tarde en que estaba muy fatigado, llegó a la casucha de una anciana campesina y le pidió de comer y de beber. La vieja lo interrogó, y después de haber escuchado en silencio, se fijó en su hebilla y dijo: Pobre hombre, has tirado la piedra preciosa, ¿no te has dado cuenta de que tu hebilla ya se ha convertido en oro?

KOSTAS AXELOS


KOSTAS AXELOS

Costas Axelos (26 de junio de 1924 - 4 de febrero de 2010) (más usualmente se escribe Kostas Axelos) fue un filósofo francés nacido en Grecia.


Nació en Atenas, y asistió a la escuela secundaria en el Instituto Francés y la Escuela Alemana de Atenas. Se matriculó en la Facultad de Derecho, a fin de proseguir sus estudios en Derecho y Economía. Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial se vio involucrado en la lucha, durante la ocupación alemana e italiana participó en la resistencia griega y más tarde en la guerra civil griega, como organizador y periodista afiliado al Partido Comunista (1941-1945). Con posterioridad fue expulsado del Partido Comunista y condenado a muerte por el gobierno de derechas. Fue arrestado, pero finalmente logró escapar.
A finales de 1945 Axelos se trasladó a París (Francia), donde estudió filosofía en la Sorbona. De 1950 a 1957 trabajó como investigador en la rama de filosofía del CNRS, donde estaba escribiendo su tesis, y posteriormente procedió a trabajar en la École Pratique des Hautes Études. De 1962 a 1973 fue profesor de filosofía en la Sorbona. Su tesis, 'Marx, pensador de la técnica', trató de proporcionar una comprensión de la tecnología moderna, basada en el pensamiento de Heidegger y Marx, y fue muy influyente en la década de 1960, junto con la filosofía de Herbert Marcuse.1
Axelos fue colaborador, columnista y, posteriormente, director de la revista Argumentos (1956-1962). Fundó y, desde 1960, dirigió la serie de "Argumentos" de Les Éditions de Minuit. Publicó textos en su mayoría en francés, pero también en griego y alemán. Su libro más importante es 'Le Jeu du Monde' (Teatro del Mundo), donde Axelos aboga por un estado de pre-ontológica de juego.
Axelos vivió en París, Francia, y una vez al año se pasaba un mes en Grecia.